Manuel López Camarena

El Yelmo de Mambrino

Manuel López Camarena


Si Sánchez no frena el entrampamiento nacional, mal negocio

02/12/2021

Hace ya muchos años, varios lustros, un joven político socialista ciudadrealeño, de  Alcázar de San Juan concretamente, dijo en un Pleno de la Diputación Provincial, con absoluto desparpajo y desprecio dialéctico, al referirse a tema tan serio como el de los dineros públicos, las deudas, los déficit, etc., que a los socialistas no les asustaban los déficit, ni las trampas, ni las deudas, ni nada que se le pareciese. Eran los tiempos de las primeras, o segundas, corporaciones democráticas, y el debate entre las gentes de UCD,  PSOE, AP y PC, eran frecuentes, como corresponde a los regímenes parlamentarios, sea al nivel que sea. Un día, debatiéndose los presupuestos provinciales, Anastasio López Ramírez, ya fallecido, diputado socialista por Alcázar de San Juan en funciones de  portavoz, soltó la lapidaria frase ya trasladada a ustedes, pronunciada para dar valor a toda la argumentación que estaba desplegando para defender un mayor gasto para no recuerdo qué asunto. Desde ese día grabé la frase en mi particular disco duro de periodista, temiendo el día en que los socialistas, llegados al poder, decidiesen poner en marcha la máquina de fabricar dineros para, sin ton ni son, ¿o sí?, decidiesen gastar más de lo que se recaudaba por Hacienda y la SS, que son las vías -hoy diríamos tubos lávicos- por las que los países nutren sus despensas para, posteriormente, ir tirando para gastos de todo tipo. 
Hoy ha llegado ese tiempo y el Gobierno social-comunista-separatista, que de todo ha reunido Pedro Sánchez en su Gabinete de componendas y pactos anti-natura, que parece ser que nos gobierna -malgobernarnos seguro- se está embarcando en la nave de las deudas y nos está poniendo en el brete de dejar al Estado, y a las gentes que forman ese Estado, con más trampas que un pajaritero; estado éste del entrampamiento que puede durar años y hacernos quedar, ante el mundo, como Estado insolvente del que nadie puede fiarse y al que no se le pueden suplir sus carencias por ningún sistema o método. A tranquilizar el ambiente entre nuestros acreedores y nosotros mismos todos, no van a contribuir los nuevos Presupuestos Generales del Estado, ni la justa y necesaria subida  de las pensiones, ni el disparate de un Gobierno con más de 20 miembros, más todo lo que le cuelga, etc. A la situación actual y, lo que sería mucho peor, algo así como la descojonación del átomo, será sí, llegado enero 2021, al Banco Central Europeo de la señora Lagarde, le dé por empezar a cobrar intereses y seleccionar más, mucho más, la deuda que puede o no puede comprar. Entonces, como dice la Biblia, será el llorar y el crujir de dientes. El pueblo español decidió darle a España, al país que dicen los cobardes y los cómplices, una pasada por la izquierda. Lo que no sabía el pueblo, al menos una buena parte de mismo, es que la maquinilla la iba a manejar un personaje con el que nadie puede estar seguro, ayudado por gentes acostumbrada a oler la sangre, o con enormes dosis de estulticia política y funcional. 
P. D. Me dicen que a Errejón, Chupete,  no le ha gustado el cambio de cabeza visible, y efectiva, en Inditex. ¿Qué malos colaboradores tiene este infantil personaje, que no le  informaron que el Sr. Ortega le estuvo, o anduvo, buscando para consultarle lo de su hija?