Elisabeth Porrero

Elisabeth Porrero


Las parejas de mi padre y de mi madre

16/06/2021

En muchos centros educativos se celebra el día de la familia, en lugar del día del padre o de la madre, como tradicionalmente se hacía. En mi opinión una medida muy acertada, puesto que lo que no se ve no existe y, actualmente, existen muchos modelos de familia. Ninguno mejor que otro, me atrevo a decir, mientras prime el amor a la descendencia.

Hoy hay niños y niñas que viven con sus dos padres, sus dos madres o con su padre y su madre de manera permanente. Pero también los hay que viven, por temporadas o siempre con su padre solo, su madre solo o con su padre y la pareja de este o con su madre y la pareja de esta. Y las parejas de sus padres o madres no son tampoco siempre del otro sexo.

Las sociedades avanzan, cambian y en el momento que vivimos, en el ámbito de progenitores y descendencia, los modelos son variados y deberíamos estar preparados para asumirlo así.

Los peques son felices si ven amor en sus hogares, si son tratados con cariño y atención por parte de quien los cuide y en eso hay que centrarse. El orgullo y la vanidad de los adultos debería quedar al margen en estas situaciones, en las que las protagonistas principales deberían ser la sensatez y la madurez.

Hay exparejas que logran una cierta armonía y viven, con naturalidad, que sus hijos e hijas pasen tiempo con las parejas de sus ex. Siempre que sean bien tratados, claro está.

Cada día aumentan los divorcios, pero estos se producen entre personas que han estado teniendo una relación sentimental, no entre los padres y madres y sus vástagos. Y esa premisa, tan simple, no es aceptada, tristemente, en casos como el horrible asesinato de Anna y Olivia por parte de su propio padre. Tomás Gimeno no admitía que sus pequeñas convivieran, algunos días, con la actual pareja de su madre, aunque él mismo tuviera novia.

Ocurre que nadie pertenece a nadie y Beatriz Zimmerman no era de su propiedad y decidió divorciarse de él. Pero no divorciarlo a él de sus hijas, que aunque vieran a otra persona con su madre, lo iban a seguir teniendo a él siempre como padre.

Este aterrador suceso, según los expertos, no implica que el autor estuviese loco. Sus celos y personalidad cruel podrían explicarlo. No había superado la ruptura y quiso causar un daño inhumano, como lo ha catalogado la jueza, a Beatriz, quien lo dejó.

La violencia vicaria lleva sucediendo desde hace muchísimo tiempo y es ahora, más que nunca, cuando se dan este tipo de situaciones entre exparejas, cuando hay que intentar prevenirla desde el origen.

Se hace imprescindible seguir educando y fomentar la educación en igualdad desde la más tierna infancia, desde las familias y los centros educativos y presentar a los menores estas situaciones distintas de familias como normales todas e inculcarles amor y respeto. E ir concienciándoles de que una pareja no tiene por qué durar eternamente y que sus dos padres, o sus dos madres, o su padre y madre, estén en la situación que estén: solos, juntos o separados pueden seguir siendo sus cuidadores. Solo así, cuando ellos crezcan podrán asumir las situaciones que les toque vivir, con la mayor naturalidad y de la mejor forma posible.