No me refiero a la serie y película homónima reciente de Enrique Urbizu, que ha tenido una desigual recepción, a pesar de las buenas intenciones previas y del despliegue promocional de una historia que transcurre entre el bandolerismo y la ocupación francesa del siglo XIX. Me refiero con la denominación de este texto, al uso espurio y equívoco del término Libertad, que se aplica en un va-y-ven de intenciones encontradas y de significados superpuestos. Con lo que se puede llegar a conclusiones extrañísimas.
Así el mismo día en que se cuestionaba la libertad de los manifestantes en la madrileña plaza de Colón el pasado día 13 de junio, en contra de la pretensión del Gobierno de otorgar los indultos pertinentes a los dirigentes separatistas condenados, El País Semanal jugaba al escondite. El País -desde su posición central de Diario Independiente y no en el equívoco supuesto de Diario Gubernamental- y el grupo editorial que representa, han jugado sus bazas oportunas en favor del indulto que no ha sido solicitado por los afectados, pero que a su juicio -y en el de colaboradores destacados en las tribunas de opinión- se veía como un paso necesario en la distensión catalana. Una opinión tan respetable como la contraria, la de aquellos que piensan que no concurren los supuestos jurídicos y legales que hagan razonable la concesión del indulto. Hasta aquí -y más allá de las diferencias- ejercicio de libertad de expresión.
Curiosidades aparte, el mismo 13 de junio, día de San Antonio de Padua, El País Semanal dedicaba la portada y lo mejor de las páginas centrales a un asunto llamado Especial Verano. Tema burbujeante y refrescante (¿…?) a tono con el momento caluroso en las puertas estivales. Tema menor tratado con la mayor de las banalidades comunicativas lejos del rigor informativo exhibido o pretendido en otros campos informativos. Un asunto lateral y mundano, por ello un tema digno de figurar en la prensa rosa o en la prensa del corazón, pero no en un medio generalista que juega con la perspectiva del supuesto progresismo de sus lectores. Y que acometía, de una tacada, con el titular equívoco ‘Al fin libre’. ¿Libertad de nuevo, Libertad para quién?, ¿para los de Colón?, ¿para los indultables en la agenda del gobierno?- No el paradigma de la Libertad conquistada para dar cuenta del posado meticuloso y lujoso de la exmodelo Esther Cañadas, a la que califican de Top. Tan operada en lo físico como rectificada en lo mental, y a caballo de un soberbio yate a doble páginas. En un señalamiento preciso de la Libertad.