El 4 de noviembre del año 1900 el proyecto de construcción del pantano Puerto de Vallehermoso en el río Azuer a cargo del ingeniero Francisco Guinea figuró en el Plan General de Obras Públicas, cuando era ministro de Fomento, Joaquín Sánchez de Toca en el reinado de Alfonso XIII. 
En ese tiempo tuvo dos grupos de oposición: uno integrado por los propietarios de algunos de los terrenos que inundaría y otro por los promotores del entonces nuevo Abastecimiento de aguas de La Solana. Pasadas tres décadas de olvido, un informe de la Junta de Iniciativas de Obras Públicas en Ciudad Real, el 12 de marzo de 1932, bajo la presidencia republicana de Niceto Alcalá Zamora, siendo ministro de Fomento, Indalecio Prieto, destacó hasta el Puerto de Vallehermoso funcionarios de este departamento para realizar labores logísticas. Era tiempo de vendimia y la propietaria de una de las viñas por allí ubicadas. al ver hombres extraños que manejaban toda clase de aparatos de topografía y geología, se acercó a uno de ellos, para preguntarle qué finalidad tenía aquella actividad.
Uno de los operarios fue complaciente: «¡Para la construcción de un pantano, señora!» Llegaron otra vez décadas de olvido. Otra vez aflora la promesa: el lunes 23 de enero de 1956, en primera página del diario Lanza, se publica un recuadro con el siguiente titular: ‘El ministerio de Agricultura ha ultimado el estudio del pantano de Vallehermoso’. Y en subtítulos figuraba sus características: Regará 2000 Ha y costará 30 millones de pesetas. El texto aclaraba que la construcción de este embalse es una vieja aspiración de la provincia que ahora va a hacerse realidad y tendrá carácter agrícola. Volvió el proyecto a las páginas de este diario en la misma época sin fruto alguno, cuando era ministro de Fomento Fernando Suárez de Tangil, que al año siguiente sería sustituido por Jorge Vigón, que no se ocupó del tema, enfangado como estaría en la construcción del pantano de Peñarroya en nuestra vecina Argamasilla de Alba. 
Suma y sigue la tardanza: el proyecto recobra presencia con la moción presentada por el alcalde Manuel Díaz Sirgo al Consejo Económico Sindical de Ciudad Real, sobre la necesidad de construir el proyectado P.V. Después de detallar los aspectos más sobresalientes de La Solana en su dimensión socioeconómica, señalaba los antecedentes del proyecto que desde el año 1900 se mantenía sin concretar después de pasar 67 años. Tampoco dio resultado. Era ministro franquista de Fomento Federico Silva y corría el año 1967. Fue el primer alcalde democrático, José López Posadas, socialista, el  que emprendió apoyado por  ediles de UCD y políticos de este partido a nivel nacional, los que  retomaron juntos  el tema del proyecto embalse y obraron el milagro. En la década de los ochenta comenzaban las obras del susodicho pantano, cuyas obras estuvieron financiadas por la Comunidad Europea, según rezaban letreros de las obras. Los políticos de entonces dialogaban y ejecutaban. Pusieron el punto final a un proyecto dilatado por el tiempo. Nada menos que ochenta y seis años. Y en esas estamos.