De dónde recibe dinero la Iglesia católica? Lo recibe por la casilla correspondiente en la Declaración de la Renta. En torno a un 25%. Otra fuente de recursos económicos es lo que los fieles ofrecen libremente en sus donativos y suscripciones. También por herencias y legados. Otra forma es cuando la Iglesia accede a subvenciones y ayudas del Estado, pero en las mismas condiciones que otras instituciones. Es decir, en este caso, el dinero que recibe no es por ser Iglesia, o porque tenga un régimen privilegiado -que no lo tiene- sino por los servicios que presta a la sociedad. En este apartado, por ejemplo, la Iglesia puede pedir a las administraciones públicas -local, regional o de ámbito nacional- que ayuden a conservar y mantener el patrimonio histórico-artístico. En realidad, el arte es un gran servicio a la sociedad porque eleva el espíritu desde la belleza del ser humano, de todos aquellos que los contemplan y disfrutan, sean creyentes o no. 
Cuando se proclama que la Iglesia tiene que autofinanciarse, se hace, acaso, desde algún mantra anticlerical y anti-Iglesia católica, pero sin ver la realidad tal y como es. Los servicios religiosos: catequesis de niños, jóvenes y adultos; vida sacramental; anuncio del Evangelio; y otras realidades y acciones, digamos, religiosas, son sostenidas con los recursos que los propios fieles ofrecen libremente a la Iglesia, ya sea por donativos directos o marcando la casilla de la Iglesia en la Renta. También hay otros ámbitos de acción de la Iglesia que suponen un beneficio para la sociedad: atención a drogodependientes, enfermos de SIDA, trata de mujeres, sin hogar y otras realidades que suponen un amplio beneficio para la sociedad en su conjunto. Es también de justicia la ayuda de las administraciones públicas.