Manuel López Camarena

El Yelmo de Mambrino

Manuel López Camarena


Espectacular bofetón jurídico del TS al Gobierno

27/05/2021

unal Supremo, por unanimidad, le ha pegado otro revolcón al Gobierno. El Tribunal Supremo, que digo yo que algo más sabrá de leyes que servidor, más que ‘Perico’ Sánchez y más que el ministro de Justicia, acaba de, -¡perdóneseme la licencia!- arrastrar por el lodazal de la inmundicia,  la pretensión de Pedro Sánchez de revestir de legalidad, -por interés del bien común y la convivencia-, el más que probable indulto a los políticos presos independentistas directores y colaboradores del 1O.
El TS, que ya emitió sentencia con este ataque a la unidad entre los españoles y los pueblos, ha dejado claro que no se debe indultar, ¡luego allá cada cual!, a quienes tras cometer delitos tan graves, no han mostrado el más mínimo  pesar o arrepentimiento, sino que han pregonado a todos los vientos, incluida la Tramontana, que volverían a actuar de igual manera en aras de conseguir los fines ya más que proclamados. Ahora Sánchez, en su paranoia, cederá, consentirá, indultará, con tal de mantenerse en la poltrona. La verdad es que el tema es más que peliagudo, pero, a la larga, acabarán utilizando la palabra tabú, que no es otra que referéndum. Lo malo es el tiempo perdido y lo que queda.
Cambiamos al tema Pandemia que, en verdad, está mejorando. Pero tras la curva descendente que, en estas últimas fechas, lleva nuestro particular combate contra el, o la, COVID 19, se esconde aún, al menos para mí y algunos más que conozco, la que podríamos llamar  pregunta del millón: por qué el Gobierno, entre otros muchos, ha demostrado y hasta aireado, con riesgo de enfadar a muchos ciudadanos sin vacunar aún, un desmedido, casi enfermizo, interés por cerrar el paso a la vacuna Astra Zeneca, mientras, de manera subliminal, parecían empujarnos a aceptar, y casi demandar, la de Pfizer, de la que se ha llegado a decir, en grandes  medios, que es la más efectiva. Lo cierto y verdad, si seguimos el rastro de buenos y sólidos profesionales de la Medicina y la Investigación, es que todas protegen al cien por cien contra la muerte por este coronavirus y en torno al noventa del resto del ataque y secuelas de la enfermedad. Uno, tratándose de políticos, siempre duda, estoy en mi derecho, y ello porque, llevamos años viéndolo en España, siempre hay alguna obra que se adjudica mal, alguna sustanciosa comisión que se entrega bajo mano, algún familiar o coleguilla al que se le busca un hueco con buena nómina tras pasar la puerta giratoria, y aun sin pasarla, del despido oficial, etc. Pero no se entiende muy bien que cuándo lo que está en juego es la vida de miles, de cientos de miles, de seres humanos, se pueda estar gestionando y ordenando de modo y manera tan zafia, que las gentes lleguen a pensar que tras el uso de una u otra vacuna o  medicamento, hay negocio y componenda. Menos mal que, pese a los políticos, la cosa va razonablemente bien, aunque ya veremos lo que nos toca pagar por abrir tanto los brazos a los británicos y a su versión india del Covid19. Francia y Alemania ya han entornado mucho sus puertas.