Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


¡Toma, Moreno!

01/07/2021

Con julio se acaba el Terror Fiscal y llega la vacación. Habiendo pagado lo que no se tiene para seguir el tinglado, se abre el calendario de par en par hacia el bostezo del verano, la letanía del sol y la cigarra, el buen tiempo y mañaneo, un no parar y vértigo de acontecimientos sociales silenciados. El Covid ha dejado un cerro de plancha hasta el techo y hay que ir despachando poco a poco. Sin tumultos ni aglomeraciones. Primero, los niños y los indultos. Luego, las mujeres y los trans. Los últimos, los obispos y empresarios, que ya llevan lo suyo. Entre estos últimos se oyen voces guturales y hasta la de un ventrílocuo. Lo han desplumado y dejado a los pies de los caballos. El sábado noche no tiene quien le escriba, las matrimoniadas han terminado en divorcio. Por una vez en la vida, Pepa y Avelino se querían. El jefe ha acabado en la trena. ¡Toma, Moreno!
La caída de José Luis Moreno, aparte de un alivio para los que no tragábamos a Monchito, Macario y Rockefeller, es la estampa de un país, el sello de una época, la radiografía del momento. Si fuera Pablo Iglesias, volvería para hacerme la foto, pero se ha dejado el pelo pijo y más parece bailarín de Moreno. Pero Irene Montero tiene la oportunidad de hacer con esto más que la Ley Trans. En el Gobierno Sánchez-Montero, ha caído el productor de la pechuga y el cuarto y mitad. Hace eso más por el feminismo que cien artículos mal escritos.
Ha sido un trabajador mal pagado quien lo ha puesto patas arriba. Mal empresario Moreno, que no se cubre los flancos. Los cadáveres hay que enterrarlos bien antes que salgan del armario, eso lo sabe cualquiera. Sorprende, en cambio, guardando la presunción de inocencia, que lo que todo el mundo sabía o intuía, ha salido de chiripa. Como Capone en la evasión de impuestos. Usted y yo, en cambio, curritos de medio pelo, de bañador estampado y camiseta de Galexpris, hemos palmado hasta las trancas. Seguiremos trabajando cuarto de año más para alcanzar la progresía y mejor ciudadanía. Ya queda menos para la Revolución Francesa. La nobleza se alía con el clero para indultarse ella sola. En el fondo, lo tenemos merecido por papichulos y horteras.
España se desgaja en la tarde a base de goles y otra ronda. La única nación que se sostiene es la de Morata, que no la mete salvo en la siesta. Es todo muy de Landa y Sacristán, los dos buenos actores con el tiempo. Igual que Luis Enrique en el banquillo. Pensé que después de Croacia nos echarían un especial Monchito, pero la detención de Moreno lo ha imposibilitado. Las voces ahora las pone Camacho en las retransmisiones, aunque a mí me gusta Alfredo en Onda Cero cuando canta los goles. La vida es pasión; si no, mejor te mueres.
Aquí no hay quien viva fue un clásico de Moreno que aún hoy se repite en la tele. La que se avecina al showman es chica y apenas acaba de empezar. El creador de Antonio Recio ya no tiene ni para marisco al mejor precio. Tendrá que encargarlo al economato de la cárcel y veremos. Mario Conde decía que encontró la verdad en prisión. A veces solo con un candil basta, lo cuenta Diógenes. Es cuestión de método, estudio y buen comportamiento. Se ha caído un mito, se ha diluido una dentadura. Salir con pijama en la tele era de las pocas cosas que ya me hacían ilusión en la vida. A mí, que no me jodan. Si Pedro Sánchez larga a Junqueras, yo indulto a Moreno. Cada uno indulta lo que quiere.