Elisabeth Porrero

Elisabeth Porrero


El alma de las imágenes

04/11/2020

Dice Reyes Monforte en su novela La memoria de la lavanda que «captar la memoria de lo vivido es el alma de la fotografía, igual que la esencia del retrato es hacer durar la memoria del fotografiado». Añade que hay imágenes que son metáforas perfectas.
La escritora pone en boca de una fotógrafa, protagonista del libro, estas palabras. Lena, que así se llama, conserva en estos retratos la memoria de la gente que ha perdido en la vida y a través de ellos y de los paisajes relacionados con estas personas, que también plasma en sus obras, va canalizando el dolor.
Me llamó especialmente la atención esta reflexión de la novela en estos días. Ahora que es más complicado viajar y visitar a gente querida, contemplar sus imágenes es una buena manera de suavizar la añoranza y de acercarnos a ellos.
Aunque sea solo con la imaginación, pero disfrutar de paisajes, conocidos o desconocidos, es una manera de soñar y de situarse, por unos segundos, en otro lugar. 
Así, las redes sociales, y todos los grupos en los que se puede disfrutar de enclaves maravillosos, con cascadas, ríos, montañas, playas o monumentos espectaculares, nos ayudan a salir un poco de nuestros particulares confinamientos. Y nos recuerdan que el mundo sigue estando ahí fuera, esperándonos para que podamos volver a disfrutar de toda la belleza que posee. Por eso quiero dar las gracias a todos los amigos que tan felices nos hacen, ofreciéndonos tan generosamente sus espectaculares fotografías, dando así alas a nuestros sueños.
Parte de esa belleza son también las obras de arte. Ahora es, sin duda, un momento maravilloso para visitar en nuestro parque de Gasset, la exposición El Prado en  Ciudad Real, que está recorriendo varias localidades de nuestra provincia durante este otoño. Reproducciones de los cuadros de este maravilloso museo de nuestro querido Madrid nos acompañan estos días, rodeadas de los árboles y la serena belleza de ese entorno.
Con menos riesgo de contagio, contemplarlas al aire libre es, sin duda, una preciosa forma de trasladarnos a otros lugares y épocas, ahora que parece que el tiempo se haya detenido, de repente.