De vez en cuando los planetas entran en  conjunción. Un acontecimiento extraordinario  de equilibrio cósmico que, interpretamos, aportará buena suerte a los humanos, influenciados por la armonía del universo.  Toledo, capital de la Región, se encuentra en esa extraordinaria conjunción, solo que política.  Vean. En la nación gobierna el partido socialista. Lo mismo sucede en la Región, en la Diputación Provincial y en el Ayuntamiento. Una conjunción de poder que origina  un ‘momento perfecto’ para realizar  proyectos en beneficio de los ciudadanos y para cumplir los objetivos partidarios, que en eso consiste la política en democracia. A ello debe sumarse que la UE, por la crisis económica causada por la epidemia, dispone  de fondos abundantes para financiar la transformación de las ciudades. Entre los que se incluyen proyectos  relacionados con la Cultura,  motor de cambio y riqueza en la  Europa que comenzó en el siglo XX.
En diferentes textos, he señalado la falta de un Museo que cuente la historia de Toledo y su provincia, desde la prehistoria hasta el tiempo presente. Y he señalado la posibilidad de comenzar este museo inexistente a partir de la cesión de las obras del coleccionista Roberto Polo. Un punto inicial. Recientemente se anunciaba la apertura del Museo de Helga de Alvear, en Cáceres. En Valencia, el alemán Rudolf Gertensmaier, donaba al museo, ya existente, 41 obras de arte flamenco. En Alicante se incorporaba al museo provincial la colección del galerista norteamericano Michael Jenkins. En los últimos tiempos, este museo había incrementado su trama expositiva incorporando  las obras de la Fundación Mediterráneo, de la extinta Caja Mediterráneo, a las que se han añadido obras de los creadores más recientes. Por no citar la transformación cultural de Málaga. Toledo necesita un núcleo expositivo  que englobe y articule  la ciudad, explique la historia a partir de las manifestaciones artísticas y culturales, incorpore el arte contemporáneo  y ofrezca oportunidades diferenciadas a  turistas y visitantes  de la ciudad.
  Un proyecto semejante no debería tener problemas para iniciarse en la actual conjunción política. La escena política, tantas veces encontrada, se habría conjuntado en Toledo para que se cubra una de las carencias culturales de Toledo  más escandalosas de los últimos siglos.