Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


Club-estado

17/04/2021

Llevo algún tiempo hablando del 'neofútbol' en términos exclusivamente deportivos (más presión, más físico, más minutos de juego efectivo, más ida y vuelta) porque lo que vivimos este año en España es bastante penoso: estamos recorriendo el camino inverso en pérdidas de tiempo, juego defensivo, el 0-0 o el 1-0 como resultados tipo…

Pero el 'neofútbol' tiene otras formas, tal vez más sobresalientes, en la construcción de los propios clubes. Y alrededor de esto, qué debate más intenso e interesante se ha montado en las redes bajo una premisa tan inocente, o no tanto, como «le toca al Real Madrid defender el honor de la vieja guardia europea, del del fútbol de verdad». Uno que estaba de acuerdo le decía que «el año pasado le tocó al Bayern y lo consiguió». Y todo, como habrán adivinado, porque el Madrid comparte semifinales con equipos construidos por petrodólares, oligarcas o, directamente, países: el PSG, el City y el Chelsea. Y sí, puede que haya un romanticismo de base, una nostalgia de cuando el fútbol era menos complicado que ahora, que te empuje a desear el triunfo del Real Madrid por respetar aquellos viejos códigos… Pero como decían varios aficionados (meteré todas sus respuestas en la coctelera y articularé una 'frase-resumen'), «a ver si os pensáis que Florentino y el Real Madrid han estado de brazos cruzados viendo cómo otros irrumpían en el fútbol a golpe de talonario. Que no haya un gran inversor detrás no significa que el Madrid no es otra especie de 'club-estado', como el Barça o el Bayern, con patrocinios, beneficios fiscales, ingresos atípicos, etcétera, que les permiten seguir compitiendo al máximo nivel por mucho nuevo rico que llegue al fútbol». Este juego siempre avanza rompiendo sus propias normas; el truco para sobrevivir es, sencillamente, adaptarse a las nuevas.