Manuel López Camarena

El Yelmo de Mambrino

Manuel López Camarena


Mohamed VI no se digna recibir al presidente español

02/02/2023

Mal anda la cosa general en nuestra otrora orgullosa, digna, animada, productora de genios de todo tipo -desde Cervantes a Ramón y Cajal y de Velázquez a Joselito el Gallo, e incluso desde Rafa Nadal a Séneca, que también dio al mundo lo suyo en su momento-, España. Y andan mal, sin arreglo a la vista, dado el enfermizo panorama general, con sus actuales planteamientos, las resoluciones de tal o cual tema, los debates barriobajeros, ahítos de indecente chulería, las leyes del sí es sí y el no es no, con sus escandalosos errores, incluidos los no menos escandalosos y ya numerosos casos de puestas en libertad de delincuentes por condenas de sexo en sus diferentes grados. Por eso anda mal España, máxime, aun cuando puede subir más la factura, cuando se siguen produciendo puñaladas y traiciones, así como sometimientos vergonzosos, en casos de tratos con delincuentes separatistas, sumisiones ante países tan soberanos como nosotros pero bastante menos demócratas que nosotros, y cosas por el estilo. 
Listo está el montaje general de la inminente visita del presidente del Gobierno del Reino de España al Reino de Marruecos. Nuestro presidente, que tiene planta de bailarín con profusión de músculo, se va a Rabat con diez o doce ministros, todos del PSOE porque no es cosa de cabrear al sátrapa marroquí, que vaya usted a saber la razón de que Pedro baile ante Mohamed VI al son de las típicas chirimías que usan nuestros laureados Regimientos de Regulares de Ceuta y Melilla. Pero resulta, cuando menos molesto, que presidiendo una representación del Gobierno de España de semejante calado y reforzado todo el plan con la presunta amistad Pablo-Mohamed, este no se digne recibirlo. Al menos, así parece estar previsto y planeado. Esta cumbre, que lleva unos pocos años, seis u ocho, de retraso, no parece augurar serios e importantes acuerdos, más allá de los típicos endurezco la frontera y dejo pasar más o menos mujeres cargadas con fardos de mercancías variadas, y algunas puede que peligrosas, o permito unas devoluciones de inmigrantes más o menos numerosas, según sople el siroco, el viento del desierto en la zona A. O. E., que fue nuestra, y poco más. ¡Ojalá servidor yerre! ¡Ah!, del tema saharaui, Polisario a la cabeza, ya verán que poco. 
Inexplicablemente, los resultados de las futuras generales dirán y darán la clave, Sánchez, y el secretario sanchista de y en Cataluña -Salvador Illa- han culminado otra etapa de la venta del concepto y la realidad España, al aceptar nuevas tesis y concesiones al catalanismo cerril a cambio de nuevos apoyos de Perico, ¡otro!, Aragonés, a Perico Sánchez, collera que, a lo callandón, siguen removiendo y separando, sin prisa pero sin pausa, lo que ni el fallecido, exiliado y represaliado expresidente Tarradellas, bastante más caballeroso que la mayoría al uso, pidió o intentó hacer a su vuelta a España. Recuerdo el principio regidor de su actuar una vez -¡Ya sóc aquí!, en España. Más menos zanjó el asunto con aquella metáfora del barco que era España, en el que todos cabíamos y al que entre todos debíamos hacer navegar…, viento en popa, a toda vela. Pues eso, señores del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), y del Psoe, (Partido sanchista otrora español)..., ¿hay dos?