Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Basura

12/05/2023

Nueve toneladas de basura, según La Tribuna de Toledo se recogieron tras la romería del Valle. No sé al lector, pero a mí parece un disparate. Una sociedad que deja 9 toneladas de basura en menos de un día tiene graves problemas. Le falla casi todo. Pero no es una noticia sensacionalista ni un caso aislado, es una constante, tras los botellones habituales, ver los lugares utilizados como un mar de suciedad y desperdicios. Una estela de basura nos acecha y amenaza   a un entorno tan frágil como el paraje denominado Valle: una ermita y unas piedras elevadas al otro lado del río Tajo. Tal vez la suciedad del río sea contagiosa. Eso por no hablar del impacto ambiental que aglomeraciones tan grandes produce en un paisaje tan delicado. ¿Llegará el día en el que haya que restringir aforos a lugares naturales hipersensibles?
Pero si algo falla en una sociedad que ensucia tanto, lo procedente no sería  la tolerancia paternalista, la comprensión cómplice o el distanciamiento indiferente. La coexistencia con la suciedad transforma a las ciudades en mezquinas. Las degrada y las habitúa a mayores degradaciones. Habría que buscar las causas. Diagnosticar el problema para ofertar soluciones a un comportamiento reiterado. Porque no es suficiente que se dediquen recursos a paliar lo que no se debería  haber producido. Eso solo es despilfarro de nuevos ricos o de pobres estúpidos y ciegos. Y quede claro que  no es  responsabilidad exclusiva de tal o cual equipo de gobierno, no es un juego de política local, sino una actitud cívica que requiere comportamientos ciudadanos que en algún sitio se debieran aprender. ¿O tal vez son cosas que no se enseñan  en ningún lado? Lo que resulta incuestionable es que reunirse en masa no es una excusa para dejar en pocas horas nueve toneladas de basura.
No se trata de catastrofismo, sino de planteamientos que las corporaciones locales deben afrontar como otros muchos asuntos (los de las pintadas que no cesan) que van contra los principios elementales de una convivencia ordenada en una ciudad más habitable. La campaña electoral puede ser un buen momento para que, cuantos se presentan a las elecciones, hagan sus aportaciones para evitar futuras suciedades y el fomento de barrios, calles, paredes y plazas limpios.