Julia Navarro

ESCAÑO CERO

Julia Navarro

Periodista y escritora


Duele

12/05/2023

Pues sí, duele, claro que duele el desafío chulesco y burlón por parte de Bildu de colocar como candidatos en sus listas electorales a antiguos etarras con delitos de sangre.
Duele a sus víctimas pero también duele a cualquier ciudadano de bien que recuerde aquellos años duros de plomo, del plomo etarra, cuando ETA intentó dinamitar la Transición democrática o después cuando, ya con la democracia en marcha, continúo matando con tiros en la nuca o colocando coches bomba.
Como es natural los jóvenes carecen de esa memoria, pero ahí está la Historia reciente de nuestro país, presente no solo en las víctimas sino como digo en buena parte de la sociedad.
Y no, no diré que me sorprende la insensibilidad manifiesta de quienes defienden que no pasa nada porque ex etarras que asesinaron formen parte de las listas electorales y de paso les califiquen como demócratas.
Ya sabemos que, en un Estado de Derecho, cumplidas las penas dictadas por un tribunal, luego puede incorporarse a la sociedad como si no hubiese pasado nada. Pero ha pasado y por tanto la decisión de los políticos de Bildu de colocar en sus listas a ex etarras es sobre todo un recordatorio de que se sienten orgullosos de su pasado, de manera que quieren que en las instituciones estén presentes aquellos que sembraron nuestro país de dolor y muerte.
Es difícil comprender y reconocerse en este PSOE de Pedro Sánchez, que es capaz de elegir como socios a cualquiera que le garantice los votos suficientes para gobernar. Ya saben, la Moncloa bien vale taparse la nariz y no cuestionar a quién te permite ser su inquilino. Y Bildu es un socio privilegiado del PSOE, y supongo yo que por más que algunos socialistas digan con la boca pequeña eso de que no les gusta que haya etarras con delitos de sangre en las listas electorales, al final continuarán tapándose la nariz como han hecho hasta ahora.
Este PSOE tiene dos varas de medir al intentar blanquear otra memoria, la memoria de los años de plomo de ETA, la memoria de quienes fueron asesinados por ETA, la memoria de las familias de los asesinados, la memoria de una sociedad que en el pasado reciente, vivió con el miedo y el sobresalto de los atentados de ETA.
Sin duda, en Bildu habrá muchos militantes que podrían ser candidatos en las listas electorales pero la elección de los ex etarras es una elección con un profundo significado político, es una reivindicación de sí mismos y de su propia historia.
Duele, sí, duele, como también duele que en este PSOE impere el silencio de los corderos.

 

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