El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo ha iniciado una serie de reuniones con otros líderes políticos con la vista puesta en el asalto a La Moncloa en las elecciones de dentro de poco más de un año, y en menor medida para perfilar las elecciones municipales y autonómicas, cuyos resultados suelen ser la antesala de los cambios en las generales.
Dado el fraccionamiento político Núñez Feijóo tendrá tres posibilidades para llegar al poder que son excluyentes entre sí -al menos hasta que se haga el recuento de votos. La primera, descartada la mayoría absoluta del PP, que no atisba ninguna encuesta -tampoco lo percibieron en las elecciones andaluzas- es un pacto entre el PP y Vox a la manera del que ya dirige los destinos de Castilla y León y que es a la que apunta, -así se lo dijo en la reunión secreta desvelada- el líder de Vox Santiago Abascal, dispuesto a que le paguen el precio justo por los escaños que saque y que sean necesarios para garantizar un gobierno del PP.
La segunda posibilidad es un gobierno en minoría de los populares, que es el mejor escenario para el PP -lo que le transmitió Feijóo a Abascal- para lo que le pediría el apoyo externo, como ocurre en muchos ayuntamientos y comunidades autónomas en las que el PP gobierna de esta manera, como les recordó a los suyos, acusándoles de hipocresía, el 'verso suelto' Cayetana Álvarez de Toledo, por los recelos de Feijóo a aparecer junto a Abascal en una "foto de Colón". La tercera posibilidad es lo que el líder de Vox definió como 'ensalada' en la que el PP sumaría al PNV como ingrediente principal y que contaría con los aditamentos de los partidos regionalistas y nacionalistas moderados, y en la que de ninguna manera entraría el partido de Abascal.
Por ese motivo tienen gran trascendencia las reuniones que Núñez Feijóo ha mantenido y mantendrá con los líderes de esos partidos pequeños, pero cuyos escaños pueden marcarla diferencia entre acercarse a la `mayoría amplia` o tener que echarse en los brazos de Vox. La reunión con el líder del PNV, Andoni Ortuzar está planificada para el mes de octubre. Pese al voto a favor de la moción de censura de los nacionalistas vascos poco después de firmar el compromiso presupuestario con Rajoy, el PP está dispuesto a fiarse de ellos si lo vuelve a necesitar como en tantas otras ocasiones. Y el PNV hará de la necesidad virtud y volverá a sacar dinero.
Feijóo también se ha reunido con Fernando Clavijo, el líder de Coalición Canaria que siempre saca dos escaños, y con Javier Esparza, el líder de UPN, con quien tradicionalmente se presenta en las elecciones, aunque las relaciones no atraviesan su mejor momento por las exigencias de los populares en cuanto a representación y porque también mantiene contactos con los expulsados de la formación que votaron en contra de la reforma laboral, en un juego a dos bandas.
Al margen queda la reunión entre Feijóo y la líder de Sumar, Yolanda Díaz, viejos conocidos de la política gallega, desvelada para restar importancia a la mantenida con Abascal. Que de esa reunión saliera algún tipo de 'pinza' contra Pedro Sánchez parece una previsión de ciencia ficción.
En todas las reuniones el común denominador es el acuerdo sobre el diagnóstico de la situación, por otra parte demasiado evidente, y las diferencias estriban en el tratamiento.