Antonio García-Cervigón

Buenos Días

Antonio García-Cervigón


El Cervantes que inmortalizó nuestra tierra

29/09/2020

Tal día como hoy, 29 de septiembre, pero del año 1547, nació Cervantes. El dramaturgo, poeta y novelista, autor de El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, la obra considerada la primera novela moderna de la literatura universal, que encumbró a nuestra tierra por los siglos de los siglos.
Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares. Dicen sus biógrafos que se sabe poco de su infancia y juventud, salvo alguno, que lo muestra ya talludo, cuando fue discípulo de López de Hoyo en Madrid. Destaca, entre todas sus vivencias, su alistamiento al ejército que lo llevó a tomar parte en la batalla de Lepanto. Así retrata su propias vivencias: «Fue soldado muchos años, y cinco y medio cautivo, donde aprendió a tener paciencia en las adversidades». En su autorretrato físico leemos: «Este que veis aquí de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro; los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes  ni menudos ni crecidos…, el cuerpo entre dos extremos, ni grande ni pequeño, la color viva , antes blanca que morena, algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies; este digo  que es el rostro del autor de La Galatea y de Don Quijote de la Mancha, y del que hizo el Viaje al Parnaso, a imitación del de César Caporal Perusino, y otras obras que andan por ahí  descarriadas y, quizá, sin el nombre de su dueño». Miguel de Cervantes se hallaba gozoso de su participación en Lepanto donde cayó herido por un arcabuzazo perdiendo la actividad de su mano izquierda, «por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos; ni esperan ver los venideros, militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, Carlo quinto de felice memoria.»
No se conocen los días en los que nuestra gloria nacional comenzara a escribir su obra maestra. Destaca en ella al gran manchego don Quijote, honor y gloria de todo el mundo y su dama Dulcinea, de ella dijo: «Yo vivo y respiro en ella». Su obra   es la mina literaria de nuestras letras. Desde principio del siglo   XVII hasta nuestros días es uno de los libros más editados del mundo y traducido a todas las lenguas, después de la Biblia. También es el libro más empleado como soporte de citas. Vean la vigencia de esta prédica que el caballero lanza a su escudero: «¿Que es posible que en cuanto ha que andas conmigo, no has echado de ver que todas las cosas de los caballeros andantes parecen quimeras, necedades y desatinos, y que son hechas todas al revés  Y no porque sea ello así, sino porque anda entre nosotros una caterva de encantadores, que todas nuestras cosas mudan y truecan, y las vuelven según su gusto, y según  tienen la gana de favorecernos  o destruirnos…».
Amigo lector, lo escrito por Cervantes hace siglos nos conduce a la política española de hoy. La gran lección magistral de La Mancha ya la ofreció  Cervantes. Y en esas estamos.