Elisabeth Porrero

Elisabeth Porrero


Calzada de Calatrava de cine

09/09/2020

Dos mujeres nos invitaban a hacer un viaje por Venezuela, acompañadas de una preciosa banda sonora. La más joven se dirigía hacia su pasado y la de más edad buscaba su futuro. Los espectadores recorríamos este camino con ellas, desde el patio de San Francisco (Convento), en Calzada de Calatrava.
Ese viaje es el protagonista de largometraje Lunes o martes, nunca domingo, dirigida por Maruvi Leonett Villaquirán y Javier Martintereso, que participaba en esta VII Edición del Festival Internacional de Cine de esta localidad manchega. Los organizadores del mismo: El Ayuntamiento, la Asociación Cultural de Cine ‘Pedro Almódovar Caballero’ y la Universidad Popular quisieron sacar adelante esta edición en tiempos de coronavirus, lo cual es muy de agradecer por el especial esfuerzo que ha supuesto para ellos y la alegría que ha brindado a los aficionados al séptimo arte.
Sin duda disfrutar de una película al aire libre en las noches de verano es un inmenso placer. Más aún si son de la calidad de esta obra que, no obstante, se alzó con el premio del jurado a la mejor película.
Desde un entorno incomparable, y con las estrellas por techo, pudimos recorrer preciosos rincones venezolanos, ahondar un poco más en la historia de este país y profundizar en los anhelos de dos mujeres que, por casualidad, coinciden para buscar sus sueños.
Además de los largometrajes, pudimos disfrutar de cortometrajes que también participar en el Festival y de una interesantísima sección paralela protagonizada por la defensa de los derechos humanos que plasmaban las obras proyectadas.
Durante dos semanas, las noches de Calzada de Calatrava se vistieron de gala para ofrecernos una bellísima mezcla de arte y compromiso. Este pueblo, tan relacionado con el cine siempre, no ha querido perder una de sus principales señas de identidad, haciendo gala de una gran valentía para lograrlo.
Estábamos muy necesitados de eventos culturales tras el confinamiento. Por eso es necesario reconocer la labor de las instituciones que, durante este verano, han hecho lo posible para que este atípico verano nos resultara un poco más llevadero. Eso sí, con todas las medidas necesarias para que la cultura haya sido lo más segura posible.