Nieves Fernández

En Mercuralia

Nieves Fernández


Primavirus o primaveras robadas

17/03/2021

Se acerca la primavera, los campos se transforman para darnos lo mejor. Los poetas y escritores hablan de la primavera sin importar que ella se asocia con el amor, con la naturaleza, tal vez con lo cursi, si a cursi suenan algunos versos.  Muchos han sido y serán los que se atrevan a escribir sobre la primavera, no en vano se celebra con ella un Día Internacional de los Bosques, y de la Poesía, es el comienzo de la estación florida y reflexiva.  
El poeta Octavio Paz nos habla de primaveras anticipadas en su Primavera a la vista: «El día abre los ojos y penetra / en una primavera anticipada. / Todo lo que mis manos tocan, vuela. / Está lleno de pájaros el mundo //». 
Machado equipara juventud con primavera en su poema estacional: «La primavera besaba / suavemente la arboleda, / y el verde nuevo brotaba… //». Nos hablará de su juventud perdida. 
Gabriela Mistral le pone don y se atreve a llamarla loca. Un poco de locura tienen todas las primaveras, y risas, muchas risas para ahuyentar penas como estas primaveras locas de la pandemia, de risas macabras que estamos pasando: «¡Va loca de soles / y loca de trinos! /  Doña Primavera / de aliento fecundo, / se ríe de todas / las penas del mundo…//».
El poeta cubano José Martí nos habla de libertad: «Con la primavera / viene una ansiedad / de pájaro preso / que quiere volar//». Es su primavera política y cubana.
Nicolás Guillén busca el ritmo del vuelo de la mariposa, pero nos habla de una mariposa rara, como las primaveras raras que estamos viviendo. Busca versos primaverales que lleguen hasta la misma muerte: «Pone sus encajes, / prende sus verduras, / en la piedra triste / de las sepulturas…//».
Otros poetas más actuales y cercanos como Paco Caro en su reciente libro Aquí, nos hablan de los chiris, a primera vista parece que el vocablo se refiere a las cárceles y a lo militar, eso en Honduras, pero en Piedrabuena se refiere a los bichos que también pueblan la primavera. En sus versos profundos y desgarradores al describir una de sus últimas primaveras, la peor de todos nosotros, o la penúltima, probablemente: «Venid, volved, volad, sajad los aires, / ‘cernícalos primilla’ de los libros / traed la primavera la alegría, / la que hoy más que nunca precisamos//».
Dice Julio Llamazares en una entrevista, al hablar de su Primavera extremeña, de que en algún sentido nos han robado las estaciones, «pasando a nuestro lado porque la naturaleza sigue su curso con coronavirus o sin él, y están al margen de nuestras preocupaciones».
Sea robo, necesidad, vuelo, juventud, pena, cárcel, tristeza, todas son metáforas de la estación bonita. «Podrán cortar todas las flores pero no podrán detener la primavera» que dijo Neruda.