José Rivero

Doble Dirección

José Rivero


Vender y comprar

21/04/2021

Es fácil vender y promocionar los pretendidos éxitos políticos, con la corte habitual de alabanzas y lisonjas, publicitadas y vertidas a mayor gloria del jefe político o de la regidora de turno. De igual forma –y en paralelo oblicuo– se puede observar que es difícil asumir y comprar los fracasos y torceduras en el mismo campo de la gestión pública, haciendo buena la vieja afirmación de que los éxitos tienen muchos padres, mientras que las derrotas son huérfanas de necesidad. Se alardea de la bondad y excelencia de operaciones tenidas por centrales en la vida municipal (rutas senderistas, sexto centenario, Ciudad Administrativa, Universidad Popular, jardín vertical o lo que corresponda alabar), mientras que se tuerce el ceño y se mira para otra parte –con aparente y estudiada indiferencia– por otras cuestiones que son tenidas como menores (y aquí cabe un buen inventario de ausencias y abandonos: edificios sin uso, urbanismo en la inopia, variantes viarias sin trazar, polígonos industriales sin acometer, ciclo del agua sin cerrar y un largo etcétera) y carentes de patrocinio y de patronazgo. 
Viene todo ello a cuenta del fracaso en la ejecución del convenio de 1992, suscrito entre el Ayuntamiento de Ciudad Real y ADIF, para el desarrollo del hipotético Museo del Ferrocarril, a asentar en terrenos del parque de Gasset, en la que fuera antigua estación de 1880. 29 años tirados por la borda, cuya responsabilidad compartida por los partidos gobernantes en ese tiempo nadie ha asumido, en una suerte de Fuenteovejuna municipal sin protagonistas. Años tirados por la borda que han merecido el rechazo de la ciudadanía en distintos medios y redes sociales, así como el lamento de la Asociación de Amigos del Ferrocarril por la pérdida experimentada. Rechazo verificado igualmente, tanto por la gestión deficiente de los responsables municipales en esos 29 años, como por el silencio ominoso con que se despachan las torceduras y descarrilamientos. En reforzamiento de lo señalado antes de la orfandad de los fracasos y de la multipaternidad de los éxitos.
En ese procedimiento los escritos –justificadamente críticos– en estas páginas de ‘La Tribuna’, de Escolástico González –en sus colaboraciones semanales de ‘Fontanería pública’– y de José Luis Loarce –en su pieza de ayer, ‘Ferrocarril sin museo’– apuntan y señalan en la misma dirección. Desde la falta de plan o programa municipal –en el primero–, a la falta del conocimiento de la sentimentalidad en la Historia urbana –en el segundo–. Y por ello, la facilidad de vender lo que interesa y halaga y de no comprar lo que nos señala y marca.