Miguel Ángel Jiménez

Comentario Dominical

Miguel Ángel Jiménez


Cuerpos sanos para corazones felices

05/02/2021

Recorremos desde hace un año una vía dolorosa a la que todavía le queda recorrido de calvario. Un viacrucis que no podrá tener otro destino, tarde o temprano, que a una gloriosa, aunque momentánea, resurrección. No será permanente: primavera efímera en espera de la plenificación del universo entero, de toda la creación.

Pero con esta crudeza, descubrimos que la persona no es solo cuerpo, es también alma, corazón. Hay interiores, en bellos cuerpos, que sufren desgarros internos con incapacidad para recuperarse. Hay sonrisas que destilan lágrimas. En ese contraste de tener todo, hasta vida, se descubre el dolor de la ruptura y de la ausencia. Teniendo todo, no confesamos carencias de cariño, dolores íntimos. En apariencias bellas y felices, se ocultan con frecuencia rostros desencajados por congojas internas.

Cuando un cuerpo es sanado, hay que preguntar al corazón que en él es albergado por sus sufrimientos. No se puede cuidar la salud física sin atender también a la espiritual. En todo caso será una salud incompleta, parcial. A la postre, inhumana. Cuerpos bellos y sanos para corazones felices.

Todas las situaciones más o menos extremas que podemos vivir a lo largo de nuestra vida, nos ayudan a descubrir lo que somos. También en relación a los otros. Estamos necesitados de ser queridos, cuidados, atendidos. No solo por una fría irracionalidad científica, sino por personas a las que les importa no lo que somos, sino quiénes somos y lo que para ellas significamos. Querer y ser queridos. Amar y ser amados.