Las crónicas de los sorteos dicen que la primera lotería de carácter oficial en España la decretó el rey Carlos III, el 30 de septiembre de 1763, con el fin de atender a hospitales, hospicios y otras obras benéficas en el país. Se celebró el 10 de diciembre de ese año. Medio siglo después nació la primera lotería, con una circunstancia muy especial, porque sucedió en plena Guerra de la Independencia y en plena crisis económica enquistada en la población española. El historiador G. Payne refiere al respecto «que los constituyentes que se encontraban en Cádiz, arroparon sin fisuras la creación de una lotería con el fin de aumentar los ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes». El primer sorteo de la lotería ‘moderna’ ocurrió en la capital gaditana, el 4 de marzo de 1812, dos semanas antes de la proclamación de la célebre Constitución. Los sorteos que siguieron celebrándose en Cádiz se desarrollaron con enorme participación de público, pero acabada la guerra con la expulsión de los franceses y la derrota de Napoleón Bonaparte, la necesidad del Gobierno de seguir financiando las débiles y quebrantadas arcas del Estado, propiciaron la convocatoria de otro sorteo extraordinario, pero esta vez, en la capital de España. Se asentaba en nuestro país una de sus más firmes tradiciones, tanto que no ha dejado de celebrarse ni una sola vez hasta la fecha. Ni siquiera en la Guerra Civil impidió que la Lotería de Navidad se celebrase. Fue en 1906, según G. Payne, cuando el sorteo de la Lotería de Navidad se celebró el 22 de diciembre. Hoy, a lo largo de la mañana, los niños de San Ildefonso serán los encargados de cantar los números y premios, tradición que viene desde 1771. El salón del sorteo sin público en directo no tendrá el calor humano que irradiaba, por culpa de la pandemia. Pero sí despertará alegría a raudales en los ciudadanos, allá donde vayan a parar el ‘Gordo’ y premios siguientes. 
La Solana se vio agraciada con algunos de los premios importantes del Sorteo de Navidad: en 1950, el Café Ideal regentado por Pedro Almarcha García-Cervigón repartió tres millones de pesetas correspondiente al tercer premio. Se vieron favorecidas más de 500 personas que llevaban participaciones, la más pequeña de una peseta. En el año 2010, uno de los cuartos premios del sorteo recayó también en mi población, el número fue distribuido por la peña madridista del Real Madrid, cuyo presidente Julián García-Cervigón fue el encargado de atender a los medios informativos a los que aseguró que los 24 millones estaban muy distribuidos en 1.200 papeletas de cinco euros y en décimos, y destacó que la alegría que suscitó el premio fue «grande», porque estábamos en plena crisis económica. La administración de venta de Nicanora Castaño y luego sus herederos, vendieron los números agraciados: 20.172 y 56.896. El azar anda suelto y puede volver. Y en esa estamos, ¡Feliz Navidad a todos!