Elisabeth Porrero

Elisabeth Porrero


Ciencia femenina

10/02/2021

Mi madre quería estudiar en la Universidad. Suele contarme que ella decía que quería ser matrona o maestra, que es lo que veía que estudiaban las pocas mujeres que tenían ese privilegio, hace más de 50 años.
Finalmente, como era chica, se decidió en el seno familiar que sus hermanos podían realizar estudios universitarios pero que ella debía dedicarse a ser modista, lo cual estaba muy bien visto y era un oficio muy típico de las señoritas de aquella época.
También suele contarme que recuerda que casi ninguna de sus amigas accedió a ninguna facultad. Como máximo alguna realizó el bachiller.
Era lo normal, a ellas les decían que las chicas debían ser modistas o quedarse en sus casas y como era lo que oían, les parecía bien. Ya se sabe que lo que no se nombra o de lo que no se habla no existe.
Mi madre no oyó que las mujeres estudiaran para ser abogadas, ingenieras o médicas, y por eso le parecía que, en el caso de tener acceso a una carrera, esta debía ser enfermería o magisterio. Porque estos últimos estudios eran, en aquel tiempo, los más adecuados para las chicas. En cambio, cualquier otra titulación era más propia de hombres y a muy pocos progenitores se les ocurría que sus hijas pudieran o debieran estudiar otras cosas.
Mañana, 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la mujer y la niña en la ciencia, fecha decretada por la ONU en 2015. Su objetivo es lograr una mayor participación e inclusión de las mujeres y las niñas en el mundo de la ciencia y la tecnología y así, romper con la brecha de género, que aún sigue presente en muchos países. Y, por supuesto, concienciarlas de que sí pueden estudiar cualquier carrera, y así hacérselo saber.
Por ello, para seguir en la labor de despertar vocaciones en estos campos y concienciar a la sociedad de que las chicas pueden trabajar en cualquier ámbito, por muy ‘masculino’ que tradicionalmente este se haya visto, numerosas instituciones llevan a cabo  cada vez más iniciativas. 
Gracias a ellas podemos, además, poner caras y nombres a esa mujeres que dedicaron toda su vida a la investigación científica y fueron vitales en grandes hallazgos en la medicina, física y tecnología. Y a veces sus descubrimientos fueron atribuidos a hombres, como sucedía también en el arte.
Rindiéndoles tributo y conociéndolas, poco a poco, vamos saldando la deuda tan grande que tenemos con todas ellas.

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