Presenta Alfonso González Calero la antología numérica y numerada de poesía, que ha recibido el nombre equívoco de Brújula. Poesía de/en Castilla-La Mancha. Y que cuenta con algunas particularidades destacadas. La primera de ellas, obvio es decirlo, es la posición personal y subjetiva del antólogo. En la medida en que toda antología es eso, una apuesta personal, por más canon que se quiera introducir en ello y por más acuerdo que podamos concordar con la selección verificada.
La segunda de las particularidades se apoya en la reiteración numérica 50 años; 50 nombres; 50 poemas, para dar cuenta del número 50 de la Biblioteca Añil Literaria y de su desaparición tras quince años de travesía. Y del artificio contable de establecer la frontera entre 1907 –año del nacimiento de Juan Alcaide y primero de los antologizados–, y 1956 –fecha de nacimiento de Ricas y Ruíz Lujan, ultimas del grupo de los 50 poetas recogidos–. Y la tercera y más problemática de las particularidades es, justamente, la del contenido mismo de esta Brújula. Poesía de/en Castilla-La Mancha.  Y digo contenido en la doble dirección de los nombres propuestos y de los poemas seleccionados –en algunos casos propuestos por los autores, cuando ello ha sido posible, en otros obras del antólogo–. Nombres propuestos que ya han ocasionado reacciones valorando el peso desigual de las representaciones provinciales o de las tendencias seleccionadas.
Aunque el problema central, a mi juicio, sea el del papel exacto de la Poesía en la escritura actual y en la Literatura misma. Cuando bien sabemos que la grey poética es una de las más numerosa –proporcionalmente hablando– entre los creadores, y que ello da lugar a equívocos e interpretaciones florales torcidas. Por ello, cabe preguntarse: ¿cuál es la relevancia de la Poesía para erigirse en brújula que nos oriente en los avatares de un siglo trazado? Y ¿Cuál es papel aportado en el conjunto de prácticas culturales por la palabra, cuando nos acosa la imagen monocorde?
Y es que la brújula como instrumento de orientación terrestre, ha perdido la eficacia antigua de manos de sistemas de navegación más avanzados y completos, como la brújula giroscópica y los sistemas de posicionamiento global. Por ello hay quien piensa, desde estas acotaciones abreviadas, más que en la brújula poética, en la aguja náutica o aguja de marear. Que es parecida pero diferente. Navegación en seco y navegación en mojado, a la manera de Cervantes cuando comparaba las diferencias de ambos procedimientos, por boca de El Quijote, para solemnizar una desaparición.