Miguel Ángel Jiménez

Comentario Dominical

Miguel Ángel Jiménez


Brechas o abismos insalvables

27/11/2020

Siempre ha habido brechas, llamadas ahora así, que tenían como raíz injusticias de mil tipos. En algunos momentos de la historia han podido ser, incluso, abismos insalvables. Ahora se habla con bastante frecuencia de la brecha digital que es la dificultad, incluso más, la imposibilidad de acceder a la información, al conocimiento, al saber, a la cultura. La simplona clasificación de ricos y pobres se traduce también en distintas posibilidades de acceso a la cultura y a unos contenidos mínimos que conformen nuestra relación con el mundo. Hay en este mismo año, en 2020, 3.600 millones de personas que no tienen acceso a Internet. Cuando el coronavirus nos ha encerrado en nuestras casas, hemos aprendido a trabajar desde ellas. Pero también para el ocio: acercarnos a la serie de moda o a otros contenidos. ¡Qué importante ha sido entonces la velocidad y la capacidad que teníamos en internet! También pasa por los recursos económicos. En África, solo el 39,3% viven conectados. En Europa somos el 87,2% los que tenemos acceso a Internet y en Estados Unidos el 94,6%. Pero, además de eso, la alfabetización digital, es decir, el aprendizaje necesario para aprovechar las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. 
Ahora, después de veinte años intentándolo, vuelven los contenidos de pago de la prensa que, seguro, ofrecerán información de calidad, pero que dejarán a muchas personas sin posibilidad de acercarse, no solo en los mínimos exigibles básicos, sino de ninguna manera, a una información veraz, contrastada y profesional. Lo mismo pasará con la cultura y con infinidad de contenidos de esos que ensanchan horizontes y corazones. Brechas que siguen creciendo y que habría que procurar suturar. 

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