José Manuel Patón

LA PLUMA CONTRA LA ESPADA

José Manuel Patón


El infierno alemán y el infierno español

06/01/2021

Como el antiguo chiste, es mejor el infierno español que el infierno alemán, porque en el infierno español siempre falta algo que falla para que no haya llamas: fuel, mechero, demonio, etc.
Lo mismo ha pasado con las vacunas, mientras el gobierno se queja de que nos han mandado pocas vacunas, resulta que aquí no tenían a nadie preparado para ponerlas, o, cuando tenían a alguien preparado no tenían sitio, o cuando tenían a alguien o sitio no tenía listado de censos de a quien ponérselas. De las más de 300.000 vacunas que se han recibido, en una sola semana solo se han puesto entre un 6% y un 20%, lo que nos lleva de nuevo a pensar en la historia de aquellas mascarillas que importó el gobierno y tuvieron que devolverse, -todavía no nos han devuelto el dinero-, o aquellos respiradores que vinieron de forma defectuosa, o aquellas confiscaciones que hizo el gobierno a los fabricantes de geles y de mascarillas, y que nunca se distribuyeron como lo hubieran hecho en el mercado libre. Es inaudita la gestión del gobierno, que viendo el fracaso que tuvo con las mascarillas por aquí, mascarillas por allá ‘cua cua cua cua’, pensó en quitarse el mochuelo de encima cediendo la gestión de la pandemia a las comunidades autónomas, pensando en que lo iban a hacer tan mal como el gobierno y que al final el gobierno podría echarle las culpas de lo que pase, como dice la canción de Albert Hammond.
Siguiendo las directrices seguramente del espabilado del Illa, -ahora vemos ya donde apuntaba-, el gobierno empezaba a echar las culpas a las comunidades que no eran suyas, como la de Madrid.  Pero ahí de nuevo volvió a morder en hueso, porque una respondona Ayuso, con cara de ingenua pero diciendo verdades como puños, salió al paso de nuestro terminator / Sánchez.
Pero luego llega la otra historia, la de las vacunas. Los asesores de Moncloa, que uno de ellos fue de Rajoy antes de Sánchez, Sr. Redondo, quisieron ponerse una medalla a costa de las vacunas, y además de poner en el palé Gobierno de España, y que la Calvo y otras dijeran que lo del Covid era ya cosa del pasado, atribuyéndose un mérito que no tenía, parece que la mala organización, organizada por sus asesores, les ha vuelto a jugar una mala pasada. Ahora resulta que por muchas vacunas que vengan el gobierno no tiene la logística para ponerlas.
¡Parece que no aprendemos señor Sánchez!  Si el grupo de expertos cuyos nombres tiene usted tan guardados, -todos creemos que son unos fantasmas-, son además de expertos medio piratas del Caribe, de poco valen los consejos de Moncloa y las medallas si luego como con las mascarillas encomendamos la gestión a la pandilla de golfos que tienen los asesores de los asesores, y que ya nos la hicieron no solo con las mascarillas sino con los respiradores y el gel. ¿Qué va a pasar con la vacuna? Por lo que se ve el virus al final va a morir por aburrimiento. Feliz año.