Miguel Ángel Jiménez

Comentario Dominical

Miguel Ángel Jiménez


Presencias en tiempos nuevos

04/06/2021

Estamos teniendo la gran suerte de ser testigos y protagonistas de un tiempo nuevo. Sufrimos los dolores de parto de una sociedad, una cultura, una humanidad, una iglesia nuevas que no alcanzamos a entender. Respondemos con esquemas antiguos, los únicos que en realidad conocemos, a un tiempo nuevo. Nos está costando. También nosotros, aunque nos parezca que no, estamos en el líquido anmiótico de este renacer. No es que sean tiempos recios, como los de santa Teresa, es que son tiempos nuevos. Las respuestas, la forma de situarnos en esta realidad que está naciendo solo las adquiriremos viviendo el presente, el día a día. Es vital que reconozcamos esta novedad radical. 
Hace más de 2000 años, el evangelista Lucas puso en boca de Jesús: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía». Desde entonces, la Iglesia ha creído firmemente en la presencia real de Cristo en el pan y en el vino. Tanto, que deja de ser pan y vino para ser el cuerpo y la sangre del Señor. Si antes se ha identificado lo virtual con lo falso, ahora, acaso, podamos descubrir una profundidad mayor: hay distintos tipos de presencias. Como la de Jesucristo cuando nos dice: «Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos»; la del Espíritu Santo que habita en nosotros, que está presente en nosotros. De manera especial en la Virgen María y de manera habitual en todos. La presencia física material no es la única posible: el Señor Jesús ha resucitado y su existir es nuevo, más allá del espacio y del tiempo. Cuerpos gloriosos.