José Rivero

Doble Dirección

José Rivero


Primavera recobrada

22/03/2023

Coincide la llegada de la primavera con la muestra Ciudad Real recobrado –con dudas sobre el género del participio pasado impersonal: ¿recobrado o recobrada? –, una suerte de antología de las fotos –42 piezas– del legado fotográfico de Esteban y Paloma Salas, depositado en el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha y mostrada en el antiguo casino de Ciudad Real, que ha merecido diversos comentarios confrontados. Legado fotográfico que refleja el estado de la ciudad 'realmente existente' a la altura del medio siglo pasado –rastreable esa cronología en datos menores: modelos de vehículos, vestuarios de los viandantes, repertorio de razones comerciales, edificaciones en curso y demoliciones señaladas– ya que las imágenes no aparecen datadas, pero puedan ser ubicadas en ese imaginario temporal que llamamos pasado retratado y que reflejan la enorme transformación urbana experimentada y sufrida entre 1956 –aparición de la primera Ley del Suelo– y 1968 –aprobación del Plan Parcial del Casco dentro de Rondas–. Enorme transformación y enorme pérdida de patrimonio inmobiliario –de desigual valor y significado– cuyas causas se silencian y quedan flotando en el ejercicio de la rememoración, por lo que, desde esta perspectiva de pérdidas, es difícil hablar de Ciudad Real recobrado.
Escribía en 2005, en el número de la revista Formas dedicado a la fotografía y arquitectura, el texto A través del espejo: arquitectura y fotografía, una reflexión sobre la temporalidad de la fotografía y sus consecuencias más visibles en el campo de la ciudad y la arquitectura: «Por el contrario, la fotografía es de un tiempo y pertenece a un tiempo, que congelado en el instante de su disparo no consigue desagregar esos grumos de soles levadizos y de calles asoladas adheridas a la emulsión que traslada la luz a la química…Por eso en el ámbito de la fotografía arquitectónica [y urbana, podríamos decir], hemos pasado de las imágenes puestas al servicio de la disciplina vecina, para desembocar en otras imágenes que ya son un fin en sí mismas. Como si la fotografía hubiera fagocitado a la arquitectura». Si la fotografía –como dato anclado en el pasado– ha fagocitado a la ciudad y a la arquitectura, es difícil elaborar una estrategia de recuperación, como esboza el título de la muestra. Lo pasado ya es indefectiblemente, irrecuperable, frente al sentido común de la expresión recobrar –'volver a tener algo que se había perdido o extraviado'–. Pero, justamente, hay realidades irrecuperables como la ciudad y la primavera. Volverán otras ciudades y otras primaveras, pero ya serán otras, como las golondrinas del verso.