La ciudad necesita un revulsivo, se muere, se deteriora, envejece. El crecimiento de población que tiene es a costa de los pueblos de la provincia. Es necesario un proyecto político de ciudad para afrontar los retos en las próximas décadas. Los cambios en el comercio, en las empresas, en la universidad, en la propia administración, reducirán muchos de los servicios existentes que se prestan en la actualidad y que son parte del motor económico de la misma. Hay que transformarse como ciudad y preparar a los ciudadanos a afrontar esa transformación. No se puede liderar una ciudad sin proyecto.
Lo vivido en los últimos meses con el presupuesto municipal de 2021 y con los fondos de reactivación económica para paliar los efectos de los confinamientos, sin querer negociar y pactar soluciones conjuntas entre todos grupos municipales, para salir conjuntamente de esta crisis sanitaria demuestra que, además de no existir proyecto, existe una visión desenfocada de la política en los tiempos actuales.  El tiempo de la actual alcaldesa acaba y hay que pensar en clave de ciudad y no en clave personal.  Ciudad Real se juega su supervivencia y tiene demasiados recursos y activos sin aprovechar como para estar con mediocridades. Un proyecto de ciudad es como la escaleta en una obra de teatro. Sin orden todo es improvisación.
El intento fallido de preparar un nuevo candidato para sustituir a Pilar Zamora, dentro de la propia lista de concejales, no ha resultado porque la alcaldesa ha bloqueado toda opción que no pase por ella misma. Como siempre, otra vez más, se tendrá que dirimir en instancias superiores y pasara por la calle de Toledo. Pilar Zamora se vuelve a postular tácitamente y se reserva el derecho de volver a presentarse. Lo hemos visto con la escenificación del plan 2025. A cuatro meses de abandonar el cargo de alcaldesa no hay alternativa dentro de la lista municipal que pueda recoger el testigo.
Existe una aparente normalidad entre la alcaldesa saliente y el órgano político local de referencia dentro del partido, que es la agrupación socialista de Ciudad Real capital, porque nadie discute ni pone en duda la gestión política del grupo municipal, pero no es así. Lo que sucede es que tal agrupación local no existe. Hasta donde llegará el desfase y ausencia de la gestión municipal en la agrupación socialista local que aún se conserva dentro de su página web a los concejales de la pasada legislatura, Lillo, Herrera, etc. Son años sin trabajar y sin ocuparse de un proyecto político para la ciudad dentro del PSOE. Se ha reducido una organización política local de participación de los militantes a un órgano simplemente estatutario de representación interna para cumplir con los estatutos.  Eso es de muy poca ambición y de una gran torpeza política. Cualquier comentario adicional sobra para saber e intuir el porqué de la desafección.  
La alcaldesa actual, a punto de salir y abandonar el Ayuntamiento, no parece ser referencia para un comité ejecutivo local de la agrupación socialista, ni la agrupación socialista le sirve de ayuda a la alcaldesa y al grupo municipal para su gestión. Porque, como digo, es inexistente. La conexión entre la agrupación local y los militantes y simpatizantes de la ciudad está rota. Y lo está porque no hay proyecto de ciudad, ni en el grupo municipal socialista, ni en la agrupación local. La presencia esporádica de su portavoz, y al mismo tiempo diputada nacional, en los medios de comunicación apoyando y refrendando positivamente noticias de la ciudad y de la alcaldesa lo demuestra. Eso no es participación política. Mientras la agrupación local de Ciudad Real mantenga el actual desorden e incoherencia el beneficio es de terceros. No puede ser solo recordar tiempos pasados, en las redes sociales, que parece siempre fueron mejores. Hace falta mucho más impulso político para aunar los intereses de la mayoría de los ciudadanos.