Siempre es grato poder escribir y felicitarse por la aprobación de leyes que redundan en el avance de los derechos sociales, que garantizan la asistencia a los más vulnerables, y que se haga además por unanimidad. No ocurre todos los días, pero ayer volvió a suceder en las Cortes de Castilla-La Mancha. Y sucedió con una ley que alberga una sensibilidad particular: la Ley de Atención Temprana. Una ley con la que «garantizamos derechos que son fundamentales para el desarrollo de los niños y que puedan desarrollar su proyecto de vida», expresó la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, durante su intervención en el pleno.
Una ley «pionera» que garantiza una asistencia a los niños hasta los seis años que presenten dificultades o exista riesgo de padecerlas en su desarrollo, consolida el acompañamiento a sus familias y, como novedad, lo hace poniendo el foco en el entorno en el que estos niños desarrollan su actividad. Un modelo calificado de éxito ya que pone en el centro eso, las familias, y el foco en entorno de desarrollo de la actividad de los niños, desde el hogar, el colegio o espacios de ocio como los parques. Es por eso que cuenta con la colaboración y coordinación de las consejerías de Bienestar Social, Sanidad y de Educación.
La ley pone sobre el papel algo que en Castilla-La Mancha ya se venía realizando en el 80 por ciento de los casos, gracias al trabajo y dedicación de más de 370 profesionales, que atienen en la región a cerca de 7.000 familias, sin esperas. Un logro atribuible, sin duda, a la amplia red de asociaciones y entidades del Tercer Sector que se dedican en cuerpo y alma a esos cuidados, y lo seguirán haciendo. Entidades sin las que esta ley no hubiera salido adelante en los términos en los que lo ha hecho, ya que se ha hecho con su colaboración e intervención desde el primer momento.
La ley pone el foco en las familias y el entorno de los niños, pero también en los profesionales, en los que incide la formación continua y la especialización.
Los tiempos que estamos viviendo, en lo político digo, no nos ofrecen grandes noticias más allá de disputas ideológicas con leyes que se han convertido en munición política en detrimento de las víctimas de la violencia machista. Por eso adquiere mayor valor si cabe que en las Cortes de Castilla-La Mancha se pueda hablar, desde la tribuna de oradores y dejando a un lado los intereses partidistas, de cómo mejorar la vida de las personas, de esas que más difícil lo tienen en la vida, para poder ofrecer soluciones y poder garantizar, por medio de una ley, que van a tener una asistencia, desde el primer momento –por eso se llama de Atención Temprana–, para que puedan desarrollar de la mejor manera su proyecto de vida, con todo el acompañamiento para ellos y sus familias, con lo importante que es eso en ese trance de la vida. Por eso me permito felicitar aquí al Parlamento autonómico y los grupos de la Cámara, por la unanimidad alcanzada, a todo el equipo de la Consejería, por el trabajo y redacción de la ley, y a las asociaciones, por su esfuerzo y dedicación.