José Rivero

Doble Dirección

José Rivero


Almud

31/03/2021

En las jornadas organizadas por Litterae, en este año de 2021, y promovidas por la Asociación de Industrias Culturales y Científicas, han tenido a bien rendir un reconocimiento al proyecto que, nacido entre Madrid y Ciudad Real en 1979, fue la piedra fundacional del proyecto ideado para cobijar una revista de estudios regionales -como fuera en sus orígenes Almud- y que devino, más tarde y transformaciones después, ya en 1998, en Almud ediciones. 
Una revista de estudios regionales, justamente, cuando aún no existía la región que acabaría apareciendo en el panorama político-administrativo como la que conocemos hoy, y como consecuencia del desarrollo del título VIII de la Constitución. Y de aquí el carácter anticipador del proyecto surgido desde la sociedad promotora Iniciativas Culturales Manchegas, y de algunos de los trabajos premonitorios publicados en sus páginas -el trasvase del Tajo, el parque de Cabañeros, la Universidad regional o las infraestructuras-, como se ha acabado reconociendo posteriormente. Todo ello habrá que anotarlo en su haber, con la importante estación intermedia de la revista Añil. Cuadernos de Castilla-La Mancha iniciada en 1983 de la mano de la inolvidable editorial Celeste y que agotó su existencia en el número 30 de otoño/invierno de 2006. Un número excepcional -por todo ello- que hacía balance del año 2005, año del centenario de la publicación de la primera parte del Quijote y que llenaba de significado el final de trayecto. 
Si Almud. Revista de estudios de Castilla-La Mancha -el primer número había sido sólo Revista de estudios de La Mancha ya que como hemos citado, aún no existía la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, que nacería con el Estatuto de Autonomía aprobado en agosto de 1982- aguantó hasta el año 1983 y ocho números publicados. La revista hermana, Añil, tuvo una longevidad superior: 30 números y una coda final de un solo número en 2011. Hoy desaparecidas ambas revistas, persiste la editorial, cuyo fondo alcanza los 200 títulos publicados a través de diferentes colecciones. Fondo editorial que se revela ya como una apuesta insustituible en el panorama regional de estudios diversos, para conocer la realidad social y cultural de la que provenimos y en la que estamos instalados.
Del núcleo inicial de promotores de la aventura citada -algunos participamos, en el acto, como José María Barreda, Isidro Sánchez y yo mismo, con otras incorporaciones solidarias- el homenaje de Litterae, se centró en el insustituible Alfonso González Calero, que en su condición de periodista había dirigido ambas revistas y luego pasó al frente de Almud ediciones, tarea en la que sigue mirando hacia el mañana.