Miguel Ángel Jiménez

Comentario Dominical

Miguel Ángel Jiménez


Conversión y esperanza

02/12/2022

«Los jóvenes de hoy no parecen tener ningún respeto por el pasado ni ninguna esperanza en el futuro». Cualquiera de nosotros, en un momento de lucidez realista podríamos firmar esto que rubricó Hipócrates hace casi dos mil quinientos años. Pero no sería ni muy lúcido ni tampoco realista. El pesimismo nos atrae. «Si dices que el mundo ha estado mejorando, serás tratado de ingenuo e insensible. Si dices que seguirá mejorando, serás considerado un tonto rematado. Pero si dices que es inminente una catástrofe puede que te den un Premio Nobel». 
Parece que el pesimismo nos atrae. El anuncio de catástrofe nos conquista. Es más difícil todavía. Aunque nos ofrezcan datos, no los creeremos. Desde la década de los 60, las personas en pobreza extrema se han ido reduciendo drásticamente. Mas de 1000 millones en los últimos años y en la actualidad disfrutamos de la tasa más baja. Claro, eso no puede llevarnos a echar las campanas al vuelo ni significa que no siga habiendo hambre en el mundo ni que se siga atentando contra la dignidad de millones de personas. Lo que supone, sencillamente, es que estamos mejor, el mundo está mejor que hace unos años, pero no es un mundo perfecto.
Quizá tendríamos que mirar el mundo con ojos nuevos y distintos. Esforzarnos en ver cuánto de positivo existe y que ello suponga un nuevo impulso. Conversión y esperanza. El hecho de que Hipócrates ya dijera lo mismo que podríamos decir hoy debería suponer un gran punto de meditación y de reflexión. ¿No estaremos mirando la realidad con un cristal que nos confunde?

ARCHIVADO EN: Premios Nobel, Pobreza