Roberto Mendès

Roberto Mendès


Una orquesta sinfónica para (¿la próxima?) Navidad

26/12/2022

La música puede ser muchas cosas, y puede ser, desde luego, celebración. Cada Navidad vemos cómo la música llama a esta celebración y nadie puede pensar en la Navidad sin la música que la acompaña.

Pero la música, además de ser una forma de celebración y rememoración, también puede ser otras cosas, como nos dice Robin Maconie en su libro La música como concepto: "Los objetos bellos, incluidas las obras de arte, nos enseñan qué representan, pero, además, nos adiestran para observar con mayor agudeza el mundo real y obtener más información de lo detectado por nuestros sentidos." Y añado yo que, si esto es lo que hace la música en general, la música sinfónica como expresión compleja de lo musical, es capaz de aportarnos esa comprensión del enmarañado mundo en el que vivimos. No parece posible vivir en un mundo complejo como el presente sin adquirir ese bagaje emocional y sensorial que nos aporta la música y, especialmente, la música sinfónica por ser, precisamente, la expresión más elaborada de lo musical de que disponemos.

Creo que, aunque existan muchas otras razones, las dos aducidas más arriba: su capacidad de celebración común y la de servirnos como aprendizaje de la comprensión de lo complejo, son suficientes para lamentar que en nuestra comunidad no exista aún, como ya existe en el resto de comunidades pluriprovinciales, una orquesta sinfónica de titularidad pública.

Si alguien estuviera interesado en aumentar la cohesión social y generar lazos comunitarios estrechos, ¿podría encontrar un aliado mejor que la música? ¿Tiene sentido que los castellano-manchegos tengamos que desplazarnos a Madrid o a cualquier otra comunidad autónoma vecina para llevar a nuestros hijos a disfrutar de un concierto sinfónico de Navidad? ¿No es una magnífica manera de hacer familia la de compartir con nuestros hijos la música que nos apasiona? ¿Por qué no podemos hacerlo en nuestra comunidad, mientras que los demás disfrutan de esta posibilidad enriquecedora? ¿Es que todos están equivocados menos nosotros?

Quizá alguien piense con simpleza que el mundo en el que vivimos es simple, pero los que creemos que este mundo es complejo, rico y variado en su complejidad, pensamos que necesitamos elementos que enriquezcan nuestra comprensión de lo que nos rodea y que nuestros hijos se merecen crecer con la posibilidad de ampliar esa comprensión y que su agudeza y capacidad emocional debe desarrollarse con todos los recursos disponibles. Por eso entendemos la necesidad de la música, y por eso entendemos la necesidad de la música sinfónica, para que podamos desentrañar lo enmarañado y alcanzar la comprensión de lo emocionalmente intrincado, es decir, para que seamos personas más completas en este mundo en que nos ha tocado vivir.

Espero que el año próximo podamos disfrutar de esa anhelada orquesta sinfónica de titularidad pública para celebrar, todos juntos, una feliz Navidad, porque si nadie puede pensar en la Navidad sin los villancicos, algunos no podemos pensar en la música sin el sinfonismo y nos gustaría disfrutar de él sin tener que salir de nuestra comunidad.

ARCHIVADO EN: Navidad, Arte, Conciertos, Madrid