Manuel López Camarena

El Yelmo de Mambrino

Manuel López Camarena


Lérida: frenazo y marcha atrás por el COVID

05/07/2020

Sólo los tontos en general y hasta los en teniente general -¡cuán poco hay que dar hoy la cara y el pecho para llegar a la hombrera con los tres huevos fritos de cuatro puntas… y de los de a cuatro ya ni hablemos!- podían imaginar, y así ha sido, que la pandemia por COVID-19, no iva -del verbo ir, que no de uno de los varios impuestos que nos van a subir los reyes europeos de lo social, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias- a dispararse igual o más que las escopetillas de la Feria. Eventos estos, las ferias de los pueblos, que han sido suspendidos en todas partes y con harta razón, pues las cosas del Corona, que no del querer que decía la copla, como se ve, se palpa y se siente, no sólo no están claras, es que van a peor día a día, como demuestran los números ascendentes de nuevos contagiados y, lo que es peor, de muertos, realidades esta que vuelve a llevar olores de muertes a algunos barrios con tanatorios en ciertos núcleos urbanos. Prueba global de toda esta nueva realidad, el frenazo y la marcha atrás que estamos ya teniendo que dar, nos la ofrece la decisión de la Generalidad de Cataluña, que ha ordenado la vuelta al cierre total de la comarca leridana del Segriá -200.000 habitantes más o menos- donde la crisis ha vuelto, una vez más, con toda severidad, y el avance de los nuevos casos en más de 50-60 nuevos focos en toda España, especialmente en la comarca de la Mariña lucense, Andalucía en general también, Baleares, ambas Castillas, etc., y es que, guste o no, aceptemos o no que tenemos siempre una, o dos, autoridades por encima de nosotros, la realidad cuando surge, la cruda realidad cuando dice aquí estoy yo más mis circunstancias y consecuencias, resulta que ella, la realidad, es quien manda y quien nos marca el camino y nos dicta los comportamientos. 
Claro que el ser humano, las seras humanas incluidas por supuesto y, en y desde, lugares destacados, como es obra casi perfecta del Gran Hacedor, aunque haya quienes crean que venimos del mono o algo así, pues tiene criterio propio y con él puede llegar, casi siempre, a hacer mucho lo que quiere. Así está ocurriendo en este gran sainete de dolor y muerte en el que una mayoría aplastante cumple lo dictado para intentar mejorar la situación real de todos, del Mundo, de Europa y de España, pero que tiene que convivir con una peligrosa minoría de irresponsables, por su peligrosa actitud hacia los demás, reos todos de ser separados de la sociedad, a la que ponen en peligro, porque los millones de humanos que están cumpliendo las normas dictadas por las autoridades sanitarias -más lista más tontas- que se burla de la Ley, las propias autoridades policiales, cuando están dispuestas a enfrentarse a estos nuevos delincuentes que pueden estar causando víctimas mortales sin tasa, y todo el sistema, sufren riesgo, hasta de muerte insisto, por culpa de los que incumplen y, en menor medida, de los que no terminan de atreverse a hacer cumplir, porque, ya saben ustedes, un voto es un voto y seis, media docena. Y aquí, en Ciudad Real, puede que más.