Ángel Villarino

RATAS DE DOS PATAS

Ángel Villarino


Pantalones cortos

17/06/2022

Llega el calor y arrecia el debate de cada año. ¿Se puede ir al trabajo con camiseta? ¿Con pantalones cortos? ¿Con sandalias? ¿Hay que morirse de calor con la chaqueta puesta? ¿Son aceptables las camisas de manga corta? En Japón, hace muchos años que se legisló para empujar a las empresas hacia la informalidad con el fin de bajar unos grados el aire acondicionado y ahorrar energía. En Israel, uno de los países más laxos al respecto, los altos funcionarios guardan conjuntos de ropa formal en los despachos para usarlos si reciben de improviso la visita de un extranjero. Las delegaciones africanas son a menudo reconocibles por viajar enfundadas en trajes complejos que no se quitan ni a 40 grados a la sombra.
El traje corporativo va perdiendo defensores, sobre todo entre las nuevas generaciones, a las que cuesta incluso convencer de que no pueden llegar a la oficina con unas sandalias abiertas. El pantalón corto empieza a ser ubicuo en algunos ambientes y no ayuda que la frontera entre lo doméstico y lo laboral sea cada vez más difusa. Si se puede trabajar en casa en pijama dos días por semana, por qué no voy a estar cómodo el resto de los días. Los fotógrafos, que siempre han ido por delante, presentándose en vaqueros y camiseta en una entrevista con un ministro, empiezan a marcar tendencia. Es una guerra cultural -otra- en pleno desarrollo. Mi percepción es que la informalidad va abriéndose camino y que dentro de no demasiado tiempo será aceptable aparecer en una reunión de trabajo importante con unas 'crocs' y unas bermudas. Al tiempo.

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