Antonio Pérez Henares

PAISAJES Y PAISAJANES

Antonio Pérez Henares


La ‘pareja alfa’ podemita vuelve a subir el telón

02/12/2022

A la muy avanzada, progre y climática alcaldesa de París Anne Hidalgo en un encuentro con Vitale Klitschko, alcalde de la torturada Kiev, no se le ocurrió mejor cosa que echarle un sobrado sermón sobre la conveniencia de convertir a la bicicleta en el vehículo de transporte más aconsejable para el futuro de la capital de Ucrania. La cara del alcalde, un tiarrón, campeón de boxeo por más señas, más que un poema era una oda a la contención. Como si no tuviera suficiente con los misiles, las bombas, los obuses, la muerte, el frío, el acoso y la angustia en la que la invasión rusa y sus incesantes ataques les tiene sumidos desde hace más de medio año, le llega esta señora y se le pone a pontificar sobre la sostenibilidad ecológica y climática y a 'venderle' bicicletas.
El momento superó lo grotesco para llegar, a lo ofensivo. Y eso es lo que nos está sucediendo salvando las distancias, cada día a los españoles con toda una recua de señores y de señoras empoderadas, que se dice ahora y que ciertamente han alcanzado un enorme poder, que como si no tuviéramos problemas y necesidades en las que ocuparnos se dedican no ya a sermonearnos sino a imponernos cuantos delirios tienen a bien ocurrírseles y convertir en enorme problema nacional una ristra de prohibiciones, normas y leyes  que conculcan un día la biología, otro el derecho, muchas veces nuestras libertades y siempre la razón y el sentido común. Las y los podemitas están verdaderamente desatados y como si no tuviéramos ya bastante con una situación política, económica y socialmente endiablada, añaden esa carga el peso de sus delirios que tan solo consiguen aumentar el problema, a veces donde ni siquiera lo había, provocar la confrontación, sembrar odios y crear con su extremismo totalitario y agresivo un clima cada vez más tenso y envenenado. Es quizás esto lo que en las últimas semanas está ya sacando de todo quicio la situación.
 Del pantanal ha emergido y esa va a ser la partitura del espectáculo teatral en el que vamos a estar hasta finales de año que viene, a cargo de la rediviva 'pareja alfa' Pablo e Irene, la Montero y el Iglesias. Este va a ser su circo, su trampolín y su red. Creen que es su senda y su oportunidad de resucitar. Vuelven a subir el telón y ocupar el centro del escenario en esta nueva función puesta en marcha, por cierto, en el momento en que ella se estaba ahogando en sus propios disparates y una desafortunada intervención parlamentaria le permitió asirse al papel de víctima agredida y a sus acólitos meterse en el de plañideras dando alaridos por redes y calles exigiendo a los demás penitencias y cenizas por nuestras pecadoras cabezas las pecadoras. Su finísima piel no podía soportar tal 'ofensa' inaceptable, perseguible y extirpable cuando, por cierto, han sido ellos y nadie más que ellos quienes han hecho, hacen y harán del insulto, el acoso, la amenaza y la coacción su carta y método de presentación como demuestra la hemeroteca y hasta este desmemoriado país podrá si se pone aún recordar.
Todas estas pantomimas, pero que terminan concluyendo en conculcación de libertades, privación de derechos individuales, eliminación de cualquier presunción de inocencia y una feroz inquisición sobre nuestras palabras, gesto y pensamientos, están alcanzando tales niveles de paroxismo que se hacen incluso más insoportables que las otras y hasta peores que desde el gobierno se cometen como la reciente de eliminar a gusto de los secesionistas el delito de sedición.
 Los nombres 'bonitos' con que titulan sus trastornos legales, como la 'Ley del sólo Sí es Sí' o la Trans, o la del Bienestar animal, terminan en dolor, inseguridad, perjuicios, víctimas y opresión. Lo sucedido con la que pretendía ir contra violadores y abusos sexuales, lo demuestra de manera tan dura como implacable. Cuando escribo estas líneas ya son diez convictos de tales delitos los que han sido excarcelados por ella y otros 30 han visto rebajado su tiempo en prisión. Resulta que, a pesar de los avisos, hicieron tal chapuza jurídica que los jueces, atendiendo a que una ley tiene efecto retroactivo si beneficia al reo ha de ser obligatoriamente aplicada y lo que pretendían ha resultado ser al revés. Que rebaja las penas de los violadores. Así de real, así de triste y así de brutal. Pero ahí están la ministra Montero y toda la tropa acusando a todos los demás, jueces, periodistas, oposición y a una bodega de un pueblo de León por poner una valla con una mujer en bikini de promover la «cultura de la violación».
 Descuiden, nadie de esta parva va a dimitir ni dejar el pesebre y el poder. Los tendremos que soportar 'dimitirlos' nosotros cuando vayamos a votar. Pero tendremos que tener tanta contención y nervios de acero como ese buen y paciente alcalde de Kiev.