Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Corpus de paseo

03/06/2021

Este Corpus 2021 será un Corpus de paseo, de andar tranquilamente, sin levantar los pies del suelo, acariciando cada gota de piedra que el pasado dejó en nuestras suelas. Cuando la pandemia ha desvestido todos los ropajes y oropeles, observamos con más cariño y cercanía aquello que siempre fue nuestro pero nunca le echamos cuenta. El Corpus de Toledo es Patrimonio de la Humanidad al Cuadrado, porque si la ciudad ya es hermosa sin aderezos, cuando llega este tiempo en que la Pascua termina, viste sus mejores trajes, con la belleza perdida y ajada en el tiempo, igual que una novia de antiguo en un retrato viejo. Toledo es la más hermosa de las ciudades del mundo, porque se lo creyó desde el principio, supo ser lo que quería y no le importó el fuego ni las estrellas. Quien quiera admirar la inteligencia y sabiduría del hombre, que se postre en Toledo.
Hoy el Corpus será de andar pausadamente, entre la Tarasca en Zocodover y la Custodia en los Reyes. El pueblo caminará despacio frente al Santísimo, sin prisa de tiempo ni hora. Si algo tiene la Iglesia es lo primero, tiempo; dos mil años la contemplan. Felipe González decía hace dos días en el Hormiguero para referirse a la ley del indulto que algo que tiene ciento cincuenta años, hay que mirarlo con respeto. Pues ahí está la Iglesia; dos mil años, predicando entre herejes, como decía don Marcelo. Y la Plaza del Ayuntamiento luce como siempre, mejor incluso yo creo. Siempre recuerdo al llegar a Toledo, con la estirpe ya legitimada y mis hijos bolos, cruzar esa plaza y sentir el peso del Cáliz sobre mis hombros. Toledo es la ciudad de España donde más se siente la Historia, donde más alumbra los ojos, donde más pesa en las sienes. Para saber qué es España y Europa, hay que venir a Toledo. Y pasearla y recrearla y decirle callado lo hermosa que viste.
Hoy el tomillo, el romero y el cantueso vuelven a la alfombra de las calles. No es un Corpus habitual; pero al menos lo hay. El año pasado fue todo silencio y adoración en la distancia. Este 21 la Custodia se expondrá en su grandeza y magnificencia al pueblo que la espera. No quiero ni pensar el año que viene o el siguiente, cuando la normalidad vuelva, lo que será esta ciudad renacida de la pandemia. Lo pienso y me emociono, porque el curso de los siglos se guarda aquí mejor que ningún otro sitio. La ciudad espera y contiene el aliento, aunque hoy se reconocerá en las filas que se guarden en Arco de Palacio. El Corpus es uno de las cosas grandes que hay que ver al menos una vez en la vida.
No habrá toldos, pero el Ayuntamiento se comprometió a decorar las calles, alfombrarlas y ha cumplido. La Tarasca permanece en Zocodover sobre un manto de España con motivos florales. El animal mitológico recibe el nombre de la localidad francesa de Tarascó y guarda en su rostro una Ana Bolena que disemina el agua entre los gritos y algarabía de los niños. Es la eterna lucha de lo profano frente a lo sagrado. Pronto volveremos a recuperar todos los latidos de esta fiesta centenaria.
El Papa Urbano IV fue quien la instituyó y seis siglos más tarde continuamos celebrándola. Lo que Toledo saca a la calle en Corpus es un museo al aire libre, una lección catecumenal, la Historia misma que se pierde en el tiempo. Este año no será todavía completa, pero un ansia, un runrún recorre nuestro alma. Hoy cuando pase frente a la Custodia, recordaré a quienes se fueron estos meses sin despedirse y daré gracias por realizar un rito que me hace eslabón de la Historia.