Doña Arancha, aunque ustedes señores lectores no lo sepan porque intenta pasar desapercibida, es nuestra Ministra de Asuntos Exteriores. Ha habido otros que han sacado pecho, como cuando Marruecos invadió la isla Perejil, que Dña. Ana de Palacio, entonces Ministra de Asuntos Exteriores, cogió las riendas del problema y se acabó el problema en 24 horas. Doña Ana de Palacio era una Ministra que no pasaba desapercibida, y estaba siempre en Bruselas y con los asuntos exteriores españoles.
Doña Arancha no se ha enterado que tenemos un problema con Marruecos, y Marruecos es un país amigo y vecino. Pero a Marruecos también se le hinchan las p…, si nos ponemos en su contra.
Problema: un jefe del frente Polisario ha sido acogido en España.
El equivalente podría ser que un enemigo de España sea acogido en Marruecos.
En ambos casos, ambos países son dueños de su soberanía, y pueden acoger a quien les pase por las narices en su territorio, salvo que esté perseguido no por motivos políticos, sino por la Interpol y sea un delincuente.
Marruecos, que siempre ha sido un poco ‘rebuscado’ en sus decisiones, y si no acordémonos de la marcha verde, ha interpretado que tener aquí al jefe del frente Polisario es un desprecio. En el fondo no lo es, es un acto de soberanía española, pero también es otro acto de soberanía marroquí dejar pasar a 6.000 inmigrantes muchos de ellos menores de edad por la frontera de Ceuta. ¿Qué tú eres muy soberano con el frente Polisario? Pues yo soy muy soberano con los inmigrantes que antes te los retenía y ahora no los retengo.
Doña Arancha apoyó que el del frente Polisario fuera tratado en España del coronavirus, como haría un buen paisano o don Quijote con los molinos, pero doña Arancha es ministra de Asuntos Exteriores y tiene que tomar decisiones que nos favorezcan y no nos perjudiquen. ¿No podrían haber mandado al Polisario este a Francia, o a Italia o a Argelia que está más cerca? Pues los Quijotes hemos dicho que no, aunque nos cueste una guerra con Marruecos. ¿No habría otra decisión que no nos pusiera en esta situación? Seguro que sí, pero como Sánchez elige a sus ministros de manera que una cajera puede ser vicepresidenta, pues eso, lo que tenemos es que Margarita Mariscal, ministra de Defensa, ha tenido que mandar a Ceuta a la Legión y a los Regulares, lo cual no sé si es mejor o peor, pues puede ser interpretado por Marruecos como una provocación. Si Marruecos mandase a su ejército a la frontera de Ceuta ¿cómo nos lo tomaríamos nosotros?
Necesitamos gente con talento, con dos dedos de frente, gente fría, impávida, que use la diplomacia como arma, la palabra y las comunicaciones entre los Estados de forma inteligente, y no personas que puedan provocar una guerra o un altercado internacional por ponerle paracetamol al presidente de una república que no existe, eso, sabiendo que parte de razón puede tener el frente Polisario, pero sin olvidarnos que llegó a secuestrar barcos de pesca españoles.