He leído que Enaire ensayará los primeros taxis voladores en 2022. También que WhatsApp baraja la posibilidad de enviar mensajes que se autodestruyen –espero que solo sea el mensaje y no el teléfono–. Y que Donald Trump y Joe Biden están igualados en las elecciones de EEUU. Les aseguro que está pasando, no son titulares inventados. Y visto lo visto llega un momento en el que parece como si se nos escapara algo. ¿No les pasa? Esto va demasiado rápido, y lo de Trump es algo que no alcanzo a entender.
Después de los cuatro años que ha dejado como legado de enfrentamiento, de crispación, de mentiras, de argumentos basados en datos falsos y manipulados, de gobernar a base de tuit y de arrebatos transitando entre lo infantil y lo senil, cuesta creer que vuelva a estar en plena lid para gobernar primera potencia del mundo. La cantidad de votos recibidos le da carta blanca para seguir actuando a su antojo. Capacidad para seguir agitando el orden internacional como si fuera un avispero. Provocando crisis diplomáticas para poder seguir teniendo una justificación que le permita exhibir su potencial militar y amenazar con él.
Le da carta blanca para seguir haciendo lo que le dé la gana, sin fiscalización, sin censura, sin medios que le recriminen porque en seguida les tilda de traidores a la patria. La propia Fox, afín a sus postulados, ya ha sentido el soplo de su ira por ‘informar’ de un resultado adverso para sus propósitos en un estado.
Esto hace ver que, aún ganando Joe Biden, Trump no habrá perdido. Y eso, mezclado con su ego, sí que puede ser un arma de destrucción masiva. Pero ojo, que no toda la culpa es de los americanos. En estos cuatro años Trump ha hecho lo que le ha venido en gana, sintiéndose como un llanero solitario al frente de la primera potencia del mundo libre. Pero es que no ha tenido nadie enfrente que le parara los pies. ¿China? ¿Rusia? ¿Europa?
Europa se ha pasado demasiado tiempo, al menos desde el inicio de la pandemia, debatiendo si debía acordar un plan de reconstrucción o no, hasta el mes de julio que lo aprobó. ¿Que es mejor que negar la pandemia y recomendar beber un poco de desinfectante para acabar con virus? Mucho mejor. Pero la Unión Europea lleva demasiado tiempo dudando sobre su razón de ser. Precisamente dudando de esa primera palabra que es ‘unión’.  Y es algo que necesitamos para hacer de contrapeso en esta difícil balanza que se llama geopolítica. Reino Unido ha debilitado el proyecto común europeo, pero de no haber alcanzado ese acuerdo, Europa se habría visto abocada a la desintegración. Y en esto, como en la mayoría de los casos, la unión hace la fuerza. Y visto lo visto en EEUU, hace falta mucha fuerza europea para contener el populismo de Trump.