Los talleres señalan la dificultad para lograr personal

M.Lillo
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La sectorial de la Automoción detalla que los perfiles más demandados son los de chapista, electromecánico y pintor, por lo que pide adaptar la FP a las necesidades del mercado

Chapistas, electromecánicos y pintores debidamente cualificados. Son los principales empleos que los talleres mecánicos de la provincia tienen dificultad para conseguir y que constatan no sólo desde los propios talleres, sino también desde la sectorial de Automoción de la Federación Empresarial de Ciudad Real (Fecir). El problema no es exclusivo de Ciudad Real y, de hecho, se registra en otras provincias de España, un hecho que el representante de Automoción de Fecir, Miguel Ángel Rivero, atribuyó en parte a que con la crisis económica hubo personas que, como en la construcción y debido a la baja demanda, optaron por reubicarse en otras profesiones y de ahí que ahora haya «carencia».  

Rivero considera que la Formación Profesional (FP) que se ofrece «no es suficiente», aunque es ahora cuando se están haciendo «los primeros pinitos para contar con los sectores profesionales, ver qué demandan y potenciar esa formación», apostilló en relación a la formación dual que está promoviendo la Administración regional.

«Hay dificultades para encontrar estos profesionales» que, además, «son muy necesarios», prosiguió Rivero poniendo de manifiesto la evolución que han seguido los propios vehículos, cada vez con elementos electrónicos más sofisticados; que apuestan en mayor medida por la seguridad y que conllevan incluso nuevas técnicas de pintura y tiempos de secado, lo que hace que se trate de empleos con un cierto grado de tecnificación que es necesario conocer.

«Principalmente son los talleres libres, y no los concesionarios de marcas» los que tienen más dificultades para encontrar este tipo de profesionales que, por otra parte, son los que tienen mayor presencia en el mercado, con un 90% de talleres de la red independiente y el 10 por ciento restante correspondiente a concesionarios, detalla el representante de Fecir sin poder concretar el número de empleos que sería necesario cubrir, así como el peso que tiene el sector en la economía provincial. «Lo que sí puedo decir es que en cualquier pueblo siempre encontramos una peluquería y un taller mecánico, incluso en cualquier pedanía», agregó Rivero para matizar a renglón seguido que el 99% de sus responsables son autónomos y que en el caso de la provincia también hay que tener en cuenta la incidencia de la maquinaria agrícola, que tiene unas características particulares  de cara a su reparación.

«Ahora se les llama aplicadores de pintura», detalló Rivero a modo de ejemplo en referencia a la nueva denominación que han adoptado los pintores de coches debido a esa tecnificación, por lo que abogó por adaptar la formación a las necesidades que se demandan en el mercado.  

Santiago Torres, de Mecánica Torres Auto de Ciudad Real, también puso de manifiesto esa dificultad para encontrar dichos perfiles laborales, aunque en su caso cuenta con dos profesionales que combinan la experiencia con todos los conocimientos necesarios. Fabián Rodrigo, de 59 años, lleva prácticamente toda su vida en el mundo de la mecánica, en la que es capaz de desarrollar todo tipo de trabajos aunque se ha especializado en la chapa. «La FP que reciben ahora los jóvenes es muy básica. En teoría está bien, pero en la práctica no», por lo que reconoció  que es complicado encontrar jóvenes que tengan la cualificación necesaria para abordar la reparación de los distintos modelos de vehículos que pueden encontrarse en un taller, afirma mientras se afana en la reparación de uno de los coches.

A su lado, Javier Cano, de 27 años, matiza que «antes era igual en todos los coches, pero ahora según cada coche, cambia», comenta este joven electromecánico que explica que «todo lleva cables y sensores, hasta las ruedas, y hay que tener mucho cuidado de no romper cosas y saber lo que tocas», dijo en relación a la complejidad que abre el mundo de la electrónica de los vehículos y para la que también se requiere de máquinas especializadas, además de perfiles profesionales cualificados.