El Viña Albali atraviesa un momento muy delicado. El conjunto valdepeñero, tras encadenar cuatro derrotas consecutivas en Liga que le han hecho caer a la decimotercera plaza de la clasificación, perdió este martes en la pista del Burela (3-0), conjunto de Segunda División, en su debut en la Copa del Rey, torneo del que era el subcampéon.

"Ahora mismo, competitivamente hablando, somos un equipo muy frágil, tierno y vulnerable. Tuvimos fallos que no se pueden tener. Debemos dar un paso al frente y ser más responsables con lo que estamos haciendo. Hay que entender que todo lo que hacemos desde lo particular tiene unas consecuencias en lo colectivo. Hay que implicarse mucho más, sacrificarse mucho más y entregarse mucho más. A partir de ahí el juego saldrá o no, pero esas cosas no se pueden eludir. Hay que apretarse los machos, darse cuenta de lo que nos estamos jugando y de todo lo que tenemos detrás", analizó David Ramos tras en el encuentro frente al conjunto gallego.

"Nosotros mismos nos hemos metido en esta mierda y tenemos que ser nosotros los que salgamos de ella", continuó el de Torrejón. "Tampoco estamos teniendo ese puntito de acierto que nos permitiría cambiar la dinámica. Nos está costando mucho hacer gol, pero también hay que mejorar en la estrategia, segundas jugadas, transiciones… Competitivamente estamos muy lejos de lo que deberíamos. Burela supo jugar sus bazas y sufrió. Es lo que nosotros hemos hecho estos años y que ahora echo de menos".

Cuestionado sobre su estado de ánimo, no ocultó que "es el peor momento de mi vida como entrenador, pero solo conozco un camino, seguir trabajando y creyendo. No soy de los que arrojan la toalla. Tengo orgullo y carácter y hay que seguir".