La caza de jabalíes bate récord con más de 16.000 inspecciones

H. L. M.
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El último informe de análisis de carne elaborado por el Gobierno regional recupera los datos de antes de la pandemia en caza mayor, no así en la menor

Un grupo de jabalíes corre en un monte. - Foto: Jesús J. Matías

El fin del confinamiento dejó en la provincia de Ciudad Real un récord en los jabalíes con destino al consumo humano. Así lo expone la Consejería de Sanidad en el informe anual que resume la temporada de caza y los análisis realizados por los veterinarios de las piezas para carne. En total, 16.309 jabalíes han sido inspeccionados durante la última temporada, unos 4.000 más respecto a las temporadas 17-18 y 19-20, las dos que se celebraron antes del COVID y que son los dos primeros informes sobre análisis de la carne de caza realizados por la Dirección General de Salud Pública. Se trata de una situación de aumento de los jabalíes con destino al consumo humano que se está produciendo a nivel general, cifras que se han duplicado en la última década, según explicaron fuentes de Asiccaza. Los datos hacen referencia a análisis de carne de caza, no son todos los cazados en la provincia o en la región.

Además del buen dato de jabalíes, las cifras de la Consejería señalan también que se han inspeccionado 25.580 ciervos, un dato muy similar a los que había antes de la pandemia, lo que muestra que se ha recuperado la movilidad del sector, tras las restricciones ocasionadas por el COVID. En este caso, la cifra no es de récord, por la temporada 2017/2018 en que hubo casi 30.000 ciervos analizados en la provincia, en una temporada en que la carne se situó en 4 euros el kilo. Para Asiccaza es clave que haya «estabilidad» en el sector, algo que se está logrando en los últimos años, con una carne de caza que se sitúa en el margen de los 2 euros, por encima o por debajo, y que permite a las fincas hacer una gestión del terreno, sabiendo cuál es el rendimiento que se obtendrá de la carne de caza.

Además de caza mayor, los datos de la Consejería de Sanidad indican que se han analizado 870 gamos, 1.599 muflones y 29 corzos. Un total de 44.387 piezas, una cifra que duplica a las que hubo en el año de la pandemia, y se sitúan en datos, incluso superiores, a la prepandemia, gracias al aumento de los jabalíes. Se trata de datos que en Castilla-La Mancha solo se dan en Ciudad Real, porque, según el informe de la Consejería, el resto de las provincias, están aún lejos de recuperar los niveles de antes de pandemia en cuanto a análisis de la carne de caza inspeccionada y destinada al autoconsumo o a su comercialización, pese a que los datos de actividades cinegéticas son similares, unas 3.500, casi la mitad de ellas, 1.676, son monterías, con Ciudad Real como la provincia donde se han celebrado el mayor número 623.

Por otra parte, en caza menor, según la Consejería se han inspeccionado, 151.385 piezas, el 95 por ciento, perdices, unos 144.700. En este caso el dato aún sigue lejos de los niveles de antes del COVID en que el dato superaba las 200.000 piezas.

De las 90.767 inspecciones realizadas a jabalíes, ciervos, muflón y gamos en Castilla-la Mancha, solo 154 dieron positivo en tuberculosis. Un dato que supone apenas un 0,17 por ciento, en la línea de los últimos años, aunque Sanidad advierte que hay «una tendencia levemente creciente». En cuanto a la vigilancia de la triquinosis, han sido 50.173 los animales inspeccionados en la región, con 307 positivos, el 0,61 por ciento; igualmente son cifras que ya se habían dado otros años, pero que siguen una tendencia creciente, al compararla con otras temporadas.