La enóloga Almudena Alberca, única mujer española con el título Master of Wine, será la encargada de inaugurar este viernes el programa 'La Cultura del Vino' de la Diputación de Ciudad Real con una cata multitudinaria en el Ifedi de Ciudad Real.

¿Falta cultura del vino en España?
Creo que sí, sinceramente. Entre la generación de nuestros abuelos y la actual se ha perdido el vínculo que existía con el campo y la producción. Aunque es cierto que va por zonas y que en pueblos más productores casi todas las familias siguen teniendo una viña o hacen un vino para su casa. Pero de manera general, mucha gente se ha desconectado y no conoce las diferentes zonas de producción o denominaciones de origen de España ni las variedades, y me da mucha pena. Además, en las mesas cada vez hay menos copas de vino puestas.

España es uno de los países líderes en exportación de vino y, sin embargo, el consumo interno sigue siendo una asignatura pendiente. ¿Qué está fallando?
Está totalmente relacionado con la primera pregunta. Somos el país con mayor superficie de viñedo plantado del mundo y uno de los tres mayores productores, junto con Francia e Italia, y nuestro consumo per cápita es bajo, aclarando siempre que el consumo de vino tiene que ser moderado, responsable y consciente. Integramos modas de forma muy rápida antes que afianzar la nuestra, la de un sector del que comemos muchos. Tenemos el vino, que es una maravilla, y no genera tanta inquietud como otras bebidas, como las cervezas o las ginebras, con las que nos volvemos locos.

La Cultura del Vino de la Diputación de Ciudad Real es la antesala de la celebración de Fenavin. ¿Qué importancia tiene este evento para el sector?
Es una de las ferias más importantes del país por historia y por la conexión que se produce entre las bodegas y cooperativas de España con miles de compradores nacionales e internacionales. Es una plataforma de comunicación entre las bodegas y los consumidores finales a través de los distribuidores muy buena.

¿Qué mensaje o idea le gusta transmitir a los participantes en una cata de vinos?
Una fundamental es que el vino es para divertirse y disfrutarlo, siempre con un consumo moderado. Y, además, que en cada vino se puede aprender algo. Una cata es una buena forma de pasar un rato distendido mientras descubres vinos nuevos que te apasionen. Y si no es el caso, siempre vas a poder aprender algo de cada uno de ellos: nuevas variedades, estilos, maridajes...

Castilla-La Mancha, una región de grandes producciones, tomó el camino de la calidad de forma decidida hace ya algunos años. ¿En qué punto se encuentra a nivel general?
En Castilla-La Mancha hay grandes profesionales haciendo trabajos fantásticos, generando valor a través de vinos más cualitativos, con uvas procedentes de viñedos viejos o en altitud. Pero no hay que olvidar que es el mayor viñedo del mundo y tiene la variedad blanca más plantada del mundo. Ambos modelos tienen que coexistir y no verse resentidos por los demás. Son diferentes patas del negocio del vino y mientras generen valor en las zonas de producción, son buenas. El problema es cuando no se genera valor o no es positivo para toda la cadena.

¿Qué papel juega actualmente la mujer dentro de la industria del vino?
Las mujeres siempre han tenido un papel dentro de la industria del vino porque, aunque no fuera a título principal, han colaborado con sus parejas o sus familias. Desde hace diez años para acá, la mujer está mucho más presente, adquiriendo mayores puestos de responsabilidad. Es un momento bonito en el que cada vez prima más el talento, la formación y la capacidad sobre el sexo, hay más oportunidades y se compite por igual.