La carpa instalada en la Plaza Mayor vivió la apertura oficial del carnaval de La Solana entre una multitud ansiosa de diversión. Por un lado, el conocido humorista Tony Rodríguez descorchó su mejor repertorio de chistes durante el pregón. Por otro, el solanero Francisco Alhambra 'Paco Chorchi' también sacó a pasear su proverbial espontaneidad en su nombramiento como Carnavalero. Fue el dúo perfecto para dar el pistoletazo de salida a un carnaval que ya había arrancado el motor por la mañana con los desfiles colegiales, incluso había tenido su aperitivo desde el miércoles con la ya tradicional salida de Paquillo, Ré, El chato y La cangrejera. Esencia carnavalera.

A las 21,30 horas comenzó el pregón. La periodista de Canal 2000TV, Natalia Sánchez, guió el acto, que abrió uno de los monologuistas más certeros de este país, Tony Rodríguez. Enfundado en su sempiterna camiseta el Cádiz CF, saludó a un público entregado desde el minuto uno y comenzó su carrusel de chascarrillos, chanzas y ocurrencias. No tardó en conquistar al respetable, bullicioso e inquieto.

Radio Horizonte había hablado con él minutos antes, y recordaba perfectamente sus dos visitas anteriores a La Solana, "la última fue en la discoteca Milenium", remarcaba. "La única defensa que tengo es la palabra y espero que la gente venga a escucha y a pasarlo bien", insistía. No ocultó que las reacciones del público han cambiado y lamenta que se haya creado un prejuicio gigante que afecta a cualquier tema que se trate sobre el escenario, aunque sea en clave de humor. "Hoy en día los humoristas nos encontramos la cosa un poco tensa; hay gente que se indigna por todo, que no le gusta que hablen de esto o de lo otro, pero yo he cogido la calle de en medio y he decidido hablar de todo un poquito". "Con el primero que me meto es conmigo".

Tony Rodríguez salió airoso de su tercer encuentro con el público solanero y dio paso al Carnavalero. Paco 'Chorchi' subió a escena vestido de 'Tu tía la de Almagro'. Un guiño a esa expresión tan popular, que logró cuajar con un puñado de bolillos bien colocados en las solapas, dos berenjenas a modo de pendientes y, sobre todo, toneladas de sinceridad carnavalera, tan habituales en él. Recibió el cariño de la gente que llenaba la carpa y se llevó para casa el cuadro que le acredita como Carnavalero, que le entregó el alcalde, Eulalio Díaz-Cano.

Así terminó el acto de bienvenida oficial a un carnaval que ya era, y que seguirá siendo. La Solana respira carnaval por los cuatro costados, como viene ocurriendo desde hace, no años, ni décadas, sino siglos.