La Guardia Civil, en el marco de la operación ‘Harayco’, ha detenido a 30 personas como presuntas autoras de los delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y tráfico, distribución y venta de droga. Los agentes realizaron 27 registros domiciliarios en las provincias de Ciudad Real, Toledo, Valencia, Huelva y Cádiz y desmantelaron 18 puntos de venta de sustancias estupefacientes. Según fuentes del Instituto Armado, esta operación supone el mayor golpe al tráfico de hachís en Castilla-La Mancha y la desarticulación del mayor distribuidor de cocaína de la provincia de Ciudad Real.

En rueda de prensa, la subdelegada del Gobierno, María Ángeles Herreros, explicó que la operación se inició en agosto de 2020 a raíz de un repunte en el consumo de drogas en varias localidades ciudadrealeñas. La investigación se realizó de forma conjunta entre el equipo contra la delincuencia organizada y antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Ciudad Real y el área de investigación del puesto principal de Manzanares.

Las primeras actuciones dieron como resultado la incautación de 66 kilos de hachís en el término municipal de Almodóvar del Campo, cuyo destino era la localidad de Daimiel, desde donde se iba a distribuir a los diferentes puntos de venta en las provincias ciudadrealeña y toledana. También la constatación de que el entramado delictivo se extendía a otros puntos del país. De hecho, los detenidos dedicados al transporte trasladaban el hachís desde Cádiz, Huelva y Málaga y la cocaína desde Valencia. Una vez en Ciudad Real y Toledo, el resto de miembros de la organización distribuía la droga. En uno de estos transportes, el conductor se dio a la fuga de un control de la Guardia Civil en Badajoz, provocando una espectacular persecución que finalizó en la céntrica estación de autobuses de Mérida. El ocupante del vehículo lo abandonó dejando 10 fardos de hachís en su interior (330 kilos).

30 detenidos en una operación contra el tráfico de drogasHerreros, que estuvo acompañada por el teniente coronel Valle y el capitán Bañales, informó de que una vez que los investigadores obtuvieron las pruebas necesarias, se procedió a la explotación de la operación el 8 de junio, consistente en 27 registros domiciliarios en varias localidades de Ciudad Real (la capital, Puertollano, Miguelturra, Alcázar de San Juan, Herencia, Daimiel, Torralba e Hinojosas de Calatrava) y Toledo (Yuncos e Illescas) y en las provincias de Valencia, Huelva y Cádiz.

Para la ejecución de esta operación, la Guardia Civil desplegó un importante dispositivo en el que participaron todas las unidades de investigación e intervención de la provincia de Ciudad Real, siendo apoyadas por las comandancias de Toledo, Albacete, Cuenca, Guadalajara, Cádiz, Huelva y Valencia, así como por integrantes de los grupos rurales de seguridad (GRS) de Valencia, Madrid y Zaragoza y el servicio cinológico, formando un dispositivo de más de 200 guardias civiiles.

Los registros se saldaron con la aprehensión de 87 kilos de hachís (media tonelada en total con lo incautado anteriormente), la mayoría en una ‘guardería’ de Daimiel, 1,5 kilos de cocaína de alta pureza, un laboratorio indoor de cannabis, cinco bolsas de marihuana, seis vehículos y más de 100.000 euros en metálico.

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