Una nueva factura que van a pagar «los de siempre»

M. E.
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Los productores de la provincia recelan de la medida que está estudiando el Gobierno de topar los precios de los alimentos básicos y temen que sea perjudicial para un sector en una situación precaria

El pan o la leche se pueden encontrar entre los alimentos con precio máximo fijado por el Estado. - Foto: Tomás Fernández de Moya

El anuncio de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, de estudiar la posibilidad de limitar al alza los precios de los alimentos de primera necesidad, no solo no convence a los agricultores y ganaderos de la provincia, sino que temen que esta medida agrave aún más su precaria situación en este sector, en el que en muchos casos están logrando beneficios por debajo de sus costes de producción.

En concreto, la ministra de Trabajo y Economía Social pretende que los precios de productos tales como la leche, el pan, huevos, fruta, hortalizas, carne o pescado tengan un tope que no puedan sobrepasar, para atenuar así el gran incremento que las familias españolas están sufriendo en sus gastos en la cesta de la compra a causa de la desbocada inflación, con encarecimientos incluso por encima del IPC (10,4% en agosto) de artículos básicos como los huevos (+19,3%), la leche (+16,4%) o el pan (+11,4%). Para ello, Díaz ya está manteniendo reuniones con grandes distribuidoras para coordinar con ellas esta medida, instándolas a que habiliten una cesta de unos 30 productos con precios 'congelados' a costa de sus márgenes empresariales y no de los productores.

Sin embargo, éstos, los ganaderos y los agricultores, no se fían y se muestran muy pesimistas con esta iniciativa: «Si aprietan a los distribuidores, al final nos terminarán apretando a nosotros».

La Tribuna ha pulsado el sentir de algunos de los profesionales del sector agroalimentario que conforman el primer eslabón de la cadena, y todos ellos recelan, y mucho, de esta medida propuesta por Yolanda Díaz. «Al final los que tendrán que pagar ese tope de precios serán los que producimos, los de siempre», advierte Rocío Magán, productora de uva y cereal en una explotación de Carrión.

Manuel Corral, propietario de una cabaña de 1.500 ovejas, además de cultivar cereales y cebollas, le da la vuelta a la propuesta de Yolanda Díaz y defiende que lo que el sector realmente necesita es que se topen los precios a la baja en origen «para que nadie nos pueda comprar por debajo de los costes». «Lo que venimos reclamando es que topen por debajo los precios en producción», coincide Jesús Peinado, al frente de una explotación de casi un millar de cabras en Fuente El Fresno.

Aniceto López, productor de cebollas en Bolaños de Calatrava, también se muestra muy pesimista con esta propuesta, que «será negativa para nosotros». Recuerda que donde sí tenía que ser drástico el Gobierno es a la hora de limitar otros precios en el sector, como el de la energía o el combustible, con el fin de conseguir «que seamos competitivos abaratando los costes de producción». A su entender, si lo que se topan son los precios de los alimentos en destino, «se va a producir menos y va a haber escasez en el mercado».

En lo que también coinciden los cuatro productores consultados es en que si el sector primario sigue siendo el gran olvidado de esta cadena alimentaria, «en unos años aquí no va a quedar nadie», augura Manuel Corral. «Llegará un momento en el que esto explote de verdad», añade Rocío Magán. «Todo está desmadrado», rubrica Jesús Peinado.