Antonio García-Cervigón

Buenos Días

Antonio García-Cervigón


Emoción de zarzuelas en Infantes

13/09/2022

Una de las cosas más gratificantes que acoge nuestra existencia es persuadir al prójimo de cosas que se viven con profesionalidad, con voluntarismo en algunas facetas y con alguna pizca de pasión. Cuando se actúa desde la humildad en caminos que lleva emparejada la regla didáctica de saber a dónde se va, acompañados de ciertos dones que regala dios, es una auténtica delicia. Si se hace desde la cordialidad y persuasión, ciertos mecanismos despliegan acciones que van desde la observación, pasando por la complacencia y la emotividad, que luego desemboca en la emoción más desbordante y mágica. Algo de esto hubo en la jornada convocada por los organizadores de la Universidad Libre de Infantes Santo Tomás de Villanueva, el pasado viernes, dentro de los cursos de verano 2022 del Campus Campo de Montiel. Se logró un extraordinario recital de zarzuela que tuvo un especial valor como estímulo de cara a la 39 Semana que celebraremos del 14 al 23 de octubre. Numerosos espectadores que llenaron el auditorio de la Alhóndiga demandaron, tras la función ofrecida, el calendario anual solanero en su cita con el género lírico. Tres componentes de la ACAZ: Petri Casado, José Manuel León, acompañados al piano por Marieli Blanco, se ganaron al público con un programa que utilizó el formato de la antología zarzuelera en escena el tiempo preciso, pero sin pausa alguna.

Así la revistieron de música unas veces, otras la palabra servían de nexo, la voz de la soprano resonó con sus agudos, otras el barítono, José Manuel con la pieza Mi aldea destacó su nostalgia, en los umbrales del siglo XIX, o se escuchaba el preciosista dúo la del Manojo de rosas o la lograda pieza del Barberillo de Lavapiés y la delicia de escuchar La Marchenera de Moreno Torroba con el gracejo y brillo que le puso Petri. En escena: Las espigadoras, El sembrador y el dúo dramático de Sagrario y Juan Pedro de La rosa del azafrán, llevaron, por una parte, la cadencia armoniosa y la solemnidad que lleva prendida esta romanza: las clases sociales del pasado siglo eran reales en la época vivida por el autor del libreto, Federico Romero. Los espacios musicales de refuerzo a cargo de Marieli fueron de gran sonoridad: bordó la habanera de Don Gil de Alcalá y el Saboyano de Luisa Fernanda, y se vino arriba con la interpretación del Orobroy de manera sobresaliente. A la misma altura estuvo el Granada melodioso cantado por José Manuel. El mix final con el que invitaron a los espectadores a unirse al divertimento con Los vareadores, La tarántula, El piropo madrileño y subieron el entusiasmo, entusiasmo que unido al contento y satisfacción que demostrada por los organizadores y autoridades, fue el refrendo de que se agotaron los parabienes y el resultado fue espectacular. Como epílogo, la ACAZ, a través de este medio de comunicación que enaltece la cultura provincial, vaya nuestro agradecimiento a los organizadores Bosco Valentín-Gamazo y Rafael María Ruiz y a todos los componentes de la Universidad Libre de Infantes, por sus amables atenciones. En resumen, creo que tanto musicólogos como historiadores, críticos, estudiosos y público en general disfrutaron del recital. Y en esas estamos.