¿Cuánto pesa el último minuto?

Diego Izco (SPC)
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Los momentos de mayor locura, las peores decisiones y los golpes más duros siempre están cerca del último pitido. Los problemas del Real Madrid en la zaga: resulta que Eder Militao es insustituible

¿Cuánto pesa el último minuto? - Foto: AFP7 vía Europa Press

Esta semana ha sido 'viral' la secuencia de vídeo del Charlton-Ipswich de la League One: el partido iba 2-2 en el minuto 90, los visitantes marcan dos goles en el 91 y el 94… y los locales empatan con otros dos tantos en el 96 y el 99. ¿Por qué nos interesa un partido de la tercera categoría del fútbol inglés? Por la magia del último instante: una canasta sobre la bocina, el lanzador de balonmano en escorzo superando una barrera humana con el reloj ya detenido… y si llegamos al balompié, esta misma semana nos dejó dos de cal para el Atlético: primero en la Champions, donde la locura fue aún mayor en cinco segundos (y el penalti maldito de Carrasco), y después el Cádiz. Sobrino castigó la cicatería y depresión rojiblancas con un tanto en el 99, después de que Joao Félix hubiese igualado la contienda en tres minutos y ya con la grada del Nuevo Mirandilla casi satisfecha con el punto. 
En el último instante, igualmente, Robert Lewandowski rescató a un Barcelona deprimido, como el amigo hundido tras una ruptura al que hay que zarandear para que vuelva a la vida: de una jornada en la que todo apuntaba a nuevo batacazo moral (los azulgranas en Mestalla, el Madrid en casa ante el Girona), sobre todo después de la brutal caída en la Liga de Campeones, el peso específico del último minuto decidió que el conjunto catalán saliese reforzado. 

Sin defensa

Entre otras cosas, lo hizo porque el Real Madrid flojeó en defensa. La idea de Ancelotti tiene pocas fisuras y por momentos es brillante… pero se basa en la solidez atrás. Polémicas al margen, o incluso contando con ellas, el Girona llegó con claridad al borde del área (no, Tchouaméni tampoco es Casemiro) y el empate fue justo. Alaba y Rüdiger todavía no han mezclado bien y queda de manifiesto que el 'jefe' de todo el entramado es Militao. Puede que técnicamente el brasileño sea el más 'justo' de los tres, pero la intensidad que impone a cada pugna es contagiosa. Los 'intensitos' (como Gavi en el Barça) son más necesarios de lo que las libretas tácticas pueden explicar.