60.000 trabajadores inician el curso sin un convenio firmado

Hilario L. Muñoz
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Doce acuerdos colectivos se están negociando al comienzo de un octubre que se anuncia caliente para paliar el efecto del IPC

Protesta sindical al inicio del verano para reclamar el desbloqueo de la negociación colectiva en la provincia de Ciudad Real. - Foto: Rueda Villaverde

Con el inicio de septiembre, llega el momento de retomar asuntos que se han dejado pendientes durante el verano y entre los que destaca la negociación colectiva en el ámbito laboral. La provincia de Ciudad Real tiene, a día de hoy, unos 60.000 trabajadores pendientes de que se firmen sus convenios. Eran más de 70.000 hace unos días, cuando se firmó el primero de los acuerdos del otoño, el del Metal. En total hay doce mesas de negociación abiertas, iniciadas en la mayoría, con propuestas sin acuerdos en varias de ellas y en muchas la falta de acuerdo puede derivar en protestas de los trabajadores en los próximos días.

Un ejemplo de lo difícil que está siendo esta negociación es la firma del último convenio, el del Metal, que se logró con la firma de Fecir y el sindicato mayoritario del sector, UGT, sin que CCOO se sumara al acuerdo. La diferencia entre los porcentajes de incremento salarial se encuentra detrás de que solo uno de los dos sindicatos de clase ratificara el acuerdo y da muestra de lo complicado que será arrancar un acuerdo en estos tiempos en que el IPC supera el 10 por ciento. CCOO, por ejemplo, reclama que haya revisión salarial para que haya acuerdo, lo que supone un incremento mayor de sueldo que compense un IPC disparado a finales de año.

«El otoño se presenta complicado, porque ya desde las organizaciones sindicales hemos dicho que íbamos a salir a la calle si no se suben los salarios», explicó la responsable provincial de UGT, Alfonsi Álvarez. Para el sindicato hay una situación en la que el Gobierno está implantando medidas que ayuden a las familias, pero falta más implicación de las empresas, para compensar la subida de los precios. El secretario de Empleo de CCOO Ciudad Real, Pedro Muñoz, recordó que su sindicato planteó unos mínimos de negociación para los convenios ante la actual situación económica y que haya «una negociación colectiva justa». En concreto, los acuerdos plantean un 3,5 por ciento de incremento este año, un 2,3 el que viene y un 2 en 2024, junto con esa cláusula de revisión salarial. «Los trabajadores de este país ya han hecho bastante esfuerzo durante el periodo pandémico y pospandémico, con convenios que han mantenido los salarios», señaló.

Ambas organizaciones sindicales ponen el acento en un convenio: el de hostelería. «La hostelería ha estado bastante llena, con una ocupación de casi del 100% en nuestra tierra y en nuestro país», dijo Álvarez. Apunta que los clientes han soportado un porcentaje de subida de los precios «que debe repercutirse en los salarios de los trabajadores». En este sentido, Muñoz dijo que en 2020 se negoció el convenio con «una paralización» ante la complicada situación que dejó el coronavirus en los bares y en los restaurantes. «Pensábamos que los empresarios iban a entender esa responsabilidad, pero no lo han hecho», lamentó el secretario de Empleo de CCOO.

Este es uno de los convenios que lleva meses abiertos, al que se suman las mesas de negociación ya creadas de Pompas Fúnebres, Comercio General, Comercio Textil o Limpieza. Este último es donde la protesta está más cerca. La negociación permanece bloqueada en todas las provincias de Castilla-La Mancha, salvo en Albacete, y con «francas posibilidades de que haya, como mínimo, un parón» que podría ser de ámbito regional.

También se encuentran negociándose los acuerdos de Construcción y Obras, pendiente de la firma nacional, para aprobarse los acuerdos provinciales. En este caso se han pactado en el ámbito estatal subidas salariales del cuatro por ciento este año y de un tres por ciento para cada uno de los dos siguientes. Mientras Derivados del Cemento está negociándose; Madera y Corcho se retomará en próximas fechas, Tintorerías y Lavanderías también se negocia con la petición sobre la mesa de una revisión amplia tras las subidas del SMI, en opinión de los sindicatos. En el caso de Panaderías está parado; y el del Campo, que está «bloqueado desde 1999». A estos convenios sin firma se puede sumar también el de Oficinas y Despachos, que se negocia en Granada, provincia de la que se extrapola su acuerdo a Ciudad Real.

«Preveíamos que iba a ser una negociación muy complicada», señaló Muñoz, en términos generales, quien cree que hay un objetivo de «desgaste» de los trabajadores en estas largas negociaciones de los convenios, y que achaca a la responsabilidad de los empresarios.

«Como siempre pedimos debe haber un equilibrio de fuerzas y que la balanza se ajuste al 50 por ciento y que se reparta de una forma equitativa», señaló la responsable provincial de UGT. «Ya hemos dicho en varias ocasiones que nos preocupa la situación de la provincia de Ciudad Real, donde es complicado negociar porque lo que se acuerda en las altas esferas es difícil trasladarlo a la mesa de negociación». Que haya 12 convenios en negociación es un ejemplo de esta situación, apunta la ugetista. «Es importantísimo para sujetar la economía de nuestro país que se suban los salarios, ante lo que pedimos conciencia y que no se pierda más poder adquisitivo», concluye.

 

Fecir recuerda que cada acuerdo debe ajustarse a las peculiaridades del sector

Fecir señala que la acumulación de convenios abiertos que hay al inicio de este otoño es fruto de la propia periodicidad de estas negociaciones. «No está siendo diferente a otros años», señaló el secretario general de la organización empresarial, David Plaza. Para Plaza, la palabra clave en las próximas semanas es 'negociación'. Este es el término que más repite Plaza, preguntado por la situación de los convenios, ya que considera que si solo hubiera que atender «normas generales» no sería necesario el diálogo de cara a firmar convenios, se tomaría lo marcado y no habría que profundizar más.

El objetivo, por lo tanto, es que cada negociación se adecúe a las necesidades de cada sector, porque hay algunos en que se podría llegar a las subidas que piden los sindicatos, con 3,5 puntos y otros en los que no. El objetivo siempre es «la sostenibilidad de los sectores» y esto es «lo primero que se debe mirar tanto por nuestra parte, como por los trabajadores», porque si un acuerdo no permite a los negocios seguir siendo sostenibles no se podría dar continuidad a los puestos de trabajo. «Lo más sencillo en una negociación sería decir sí a todo o no a todo, pero lo que estamos haciendo es hablar en profundidad, dispuestos a negociar, sin poner en riesgo miles de puestos de trabajo». De hecho, apuntó que hay «muchas singularidades y casuísticas» que si no se negociaran dejarían «más problemas que soluciones».

En este punto, Plaza señaló que parece que la negociación solo se centra en el tema salarial, cuando hay mucha normativa que está sobre la mesa y que puede ser igual de importante para las empresas y los trabajadores. Puso el ejemplo de los beneficios laborales y «no se puede solo atascar porque no haya acuerdo en el salario». Por este motivo, dijo que hay otros aspectos en que se puede avanzar y aseguró que Fecir va a seguir sentado en la mesa «alcanzando acuerdos», sin descartar la importancia del tema económico.

Plaza señaló que es igual de importante para los empresarios, como lo es para los trabajadores, cerrar cuanto antes estos acuerdos, porque, al igual que los trabajadores, los empresarios «merecen saber cuanto antes en qué condiciones se van a desarrollar las relaciones laborales».

 

¿Una negociación bloqueda?

2022 es, por el momento, el año con menos convenios negociados desde la última crisis económica. Desde 2016, hasta julio, el último mes del que hay datos este año, lo normal es que se hayan firmado 24 acuerdos, pero hasta la fecha solo son 17 los convenios pactados en 2022, según los datos que publica el Ministerio de Trabajo y Economía Social. No se trata solo de que haya menos acuerdos, sino que también los que se han cerrado son los que afectan a menos trabajadores, en concreto 11.550, cuando lo normal es que por estas fechas más de 50.000 empleados hayan completado las negociaciones laborales.

De los 17 convenios que se han cerrado, 11 son de ámbito empresarial, suponen el 65 por ciento. Se trata del año en el que tiene un mayor peso este tipo de convenios. Como curiosidad, al menos hasta julio, los trabajadores han logrado más incrementos salariales en estos acuerdos entre trabajadores y empresas que en los sectoriales, con un 2,11 por ciento de aumento, cuando la media de los seis acuerdos de sectores es de un incremento del 1,82 por ciento.

Pese a que el IPC se encuentra por encima del 10 por ciento en la provincia, la media de aumento salarial se sitúa en el 1,83 por ciento hasta julio. No es la mayor de los últimos años, ya que en 2019 la subida media de los acuerdos firmados hasta julio superó el 2,21 por ciento, según los datos del Ministerio de Trabajo.

En términos generales, las estadísticas del Ministerio indican que en los siete primeros meses del año se firmaron 450 convenios colectivos, por 403 del mismo periodo en 2021, lo que apunta a que en España sí que se han mantenido los datos con carácter general. Lo que sí ha caído es el número de trabajadores afectados por estos convenios, 1,5 millones en 2021, por 1.093.169 hasta julio de 2022. La media nacional es de un 2,56 por ciento de variación salarial, pactada en los acuerdos que se han alcanzado hasta ahora. El porcentaje se eleva a 2,69 en los acuerdos empresariales.

Lo mismo ocurre en los datos cuando se refieren a Castilla-La Mancha, donde hasta julio van más convenios firmados en 2022, con 94, que en 2021, con 83. Albacete, con 29, diez más que el año pasado, lidera los acuerdos que ya se han alcanzado en la región. Como término medio, los acuerdos señalan un 1,99 por ciento de aumento salarial, igualmente superior en las empresas a los acuerdos sectoriales.