La pandemia del coronavirus provocó una caída de la atención en las Urgencias hospitalarias de Castilla-La Mancha y de la provincia, de entorno al 24 por ciento. La situación podría parecer una contradicción, ya que en plena crisis sanitaria, Urgencias ha reducido su atención y la asistencia ordinaria, consultas programadas, han crecido, pero el Sescam lo achaca a que más personas optaron por acudir de forma ordenada, tras un cribado telefónico, lo que ha posibilitado un crecimiento de las consultas en Atención Primaria.
«Lo que hemos pedido a la población, en su conjunto, es que salvo que esté ante un verdadero caso de urgencia, haga una conexión con el mundo sanitario ordenada, para ello hemos habilitado muchas vías, para citarse telefónicamente con sus médicos de Atención Primaria, para que se pueda hacer un filtro», expuso el director general de Atención Sanitaria, José Antonio Ballesteros en declaraciones a La Tribuna. A partir de aquí se ha valorado si es necesario hacer una visita presencial o a domicilio, aspectos que han crecido en el pasado 2020.
«La población está cumpliendo escrupulosamente y de manera ejemplar lo que se le está pidiendo», explicó Ballesteros, para el que mantener este descenso de la atención en Urgencias y contar con una atención más programada es importante, aunque señaló que hay aspectos que harán aumentar las Urgencias. A modo de ejemplo, la limitación a la movilidad que ha ocurrido como consecuencia de la pandemia y que ha provocado un descenso del 24,7 por ciento de las urgencias de traumatología por accidentes de tráfico. Además, el descenso de los casos de gripe o de virus infantiles por el uso de mascarilla y de los hidrogeles ha conllevado menos urgencias. «Se ha hecho un esfuerzo impresionante y que casi ha pasado desapercibido en la campaña de vacunación antigripal», donde «se han batido todos los récords», dijo Ballesteros, quien se mostró convencido, por este motivo, de que el Sescam «tiene capacidad para abordar la vacunación del coronavirus si hubiera suficiente vacunas».
En datos, Ciudad Real tiene 47 Puntos de Atención Continuada a los que han acudido 720.082 pacientes, cuando en 2019 fueron casi un millón: 937.731, un 23,2 por ciento menos. Esa caída de pacientes contrasta con el tres por ciento más de personas que han acudido a una consulta de Enfermería en su centro de salud, un 9,6% las consultas médicas y un 1% en su domicilio. En cuanto a las hospitalarias, el descenso es del 24,2 por ciento, con 238.279 urgencias atendidas, cuando en 2019 fueron 314.554.
Ballesteros destacó que una caída de las atenciones no implica que los profesionales hayan estado más libres en Urgencias, ya que «la dedicación a los pacientes COVID implica mucho más tiempo por la autoprotección, supervisión, control y registro que con otro tipo de pacientes». Por este motivo, pese a que se ha visto a menos pacientes, ha sido necesario dedicar más recursos, tanto de enfermería como de medicina, porque «ha habido una sobrecarga en tiempo a los pacientes atendidos».