El entramado urbano de Ciudad Real ha ido sufriendo numerosos cambios en su fisonomía a lo largo de su historia. Las diferentes transformaciones que han ido sufriendo sus calles durante generaciones han ido conformando la ciudad que hoy conocemos.
La segunda mitad del siglo XX constituyó una etapa interesante en la configuración de Ciudad Real como ciudad, tanto desde el punto de vista urbanístico con el desarrollo y consolidación del casco urbano, como por la construcción de una serie de edificios singulares que aportaron una fisonomía diferente a la ciudad.
En la actualidad nos encontramos con calles que han mantenido casi invariable su trazado y configuración a lo largo de los siglos, y otras que serían irreconocibles para los habitantes de hace tan solo 70 años.
De callejón a avenida - Foto: Tomas FernádezA comienzos del siglo XX, la actual avenida Alfonso X ‘El Sabio’ era un estrecho y corto callejón que recibía el nombre de callejón del Matadero, nombre que le sobrevenía por su proximidad a la instalación donde se sacrificaban los animales destinados al consumo humano, así como a su despiece.
En el segundo tercio del siglo XX, este céntrico y abandonado callejón empezó a cambiar su configuración y fisonomía. Todo empezó en 1932, cuando la Corporación Municipal tomó el acuerdo de cambiar el nombre de callejón del Matadero por el ostentoso nombre de avenida de Pi y Margall.
La fotografía da testimonio de cómo era la avenida, reconvertida ahora en peatonal, en 1950. En la acera de la izquierda se puede observar, en un primer plano, la puerta de entrada al primitivo mercado Nuestra Señora del Prado, que fue inaugurado en 1911 y que se encontraba ubicado en el solar que actualmente ocupa la Subdelegación del Gobierno. La imagen también muestra el desaparecido palacete que mandó construir en 1892 el empresario Dámaso Barrenengoa, cuyo edificio fue proyectado por el arquitecto Sebastián Rebollar Muñoz y que fue demolido hace poco más de medio siglo, en 1961.
En la acera de la derecha, la fotografía muestra la entrada al recinto donde se encontraba el cine de verano Proyecciones, que contaba con un aforo próximo al millar de localidades. Junto al cine de verano, y haciendo esquina con la calle Bernardo Mulleras, está el edificio del Cinema Proyecciones, ideado por el arquitecto madrileño Vicente Labat Calvo, quien lo concibió siguiendo las características de la corriente racionalista que se imponía en esa época. El cinematógrafo fue inaugurado en 1935 y después de tres décadas ofreciéndo sesiones cinematográficas, fue vendido por sus propietarios y derruido para construir en su solar un moderno edificio de 14 plantas que fue inaugurado en 1968.
Otro detalle que se observa es el estado de construcción en que se encontraba el singular edificio de la Compañía Telefónica Nacional de España, que dotó al entorno de modernidad y monumentalidad. El edificio fue inaugurado en el año 1953.
Coincidiendo con la inauguración de este edificio de la Compañía Telefónica, el Ayuntamiento de la ciudad realizó unas importantes obras de urbanización de la entonces llamada avenida del Imperio, especialmente en lo referente a su alineación y ensanche, adquiriendo la avenida el trazado que tiene actualmente y que muestra la fotografía actual.