Escolástico González

Fontanería Pública

Escolástico González


Una mentira llamada Oretania

13/12/2021

Hace unos días, y tras cinco años, hemos conocido el resultado de una de esas promesas eternas que se hacen a los ciudadanos. Una promesa cercana a la mentira por contener una expectativa falsa, a sabiendas. Y, no se puede pasar de puntillas por ella. Por fin, hemos conocido la realidad de las empresas interesadas en el Polígono Oretania y el resultado ha sido desastroso.
Grave es la mentira a los ciudadanos de una expectativa falsa, como grave igualmente es la presentación de una documentación poco rigurosa a Sepes  para la inversión, pero lo realmente grave, para la ciudad, es la falta de interés por las empresas y emprendedores en esta ciudad. También resultan, igual de graves, las incongruencias de los políticos justificando el fracaso.
En el año 2018 el primer teniente de alcalde Nicolás Clavero, el concejal de Promoción Económica y el concejal de Urbanismo, el señor Lillo, de la corporación anterior, se presentaban en Sepes con 67 empresas sacadas del cajón que estaban dispuestas a ocupar un espacio industrial en el polígono Oretania. Igualmente, la alcaldesa de entonces, actual coordinadora del área Económica y Urbanismo, Pilar Zamora, tiene una amplia hemeroteca hablando y contando la necesidad del suelo y el número de empresas interesadas. Incluso, el polígono formo parte de la campaña electoral de 2019 y del Plan de Modernización 2025.
La mentira se coló en el papel de los programas electorales, el polígono industrial suponía la reactivación económica de la capital, y el Plan de Modernización su puesta de largo. Pero la realidad ha dado un tremendo bofetón a tanta demagogia y triunfalismo. Avisados estaban todos, me remito a esta misma columna de fecha de ocho de marzo.
No se puede crear un polígono industrial idéntico a los actuales que, después de 25 años de su creación, siguen teniendo suelo disponible en manos de empresas especuladoras que nunca invirtieron, o lo hicieron para el mercado inmobiliario. Solo, si se crea un suelo diferencial para dar valor añadido a las empresas, y, en paralelo, a la creación de suelo, se establece un cuaderno de ventas que ponga en valor dicho suelo para los inversores, se puede encontrar el éxito, o de lo contrario se fracasa. Y no es una opinión, es el resultado del conocimiento profesional de muchos años de trabajo.
El futuro polígono Oretania tenía que haber respondido a tres grandes objetivos. El primero, la creación de nuevas empresas. El segundo, para la reconversión del polígono Larache, que se ha quedado encerrado en el interior de la ciudad entre las nuevas áreas residenciales, los servicios sanitarios y los servicios jurídicos. Y, el tercero, para integrar los otros dos polígonos existentes de la carretera de Carrión y en la parte posterior del AVE, que son contiguos, organizando la permeabilidad y la comunicación de las tres zonas industriales. Pues bien, queridos lectores, no ha servido para ninguna de las tres cosas.
Las prisas por sacar un suelo público al mercado pensando que reportará réditos electorales inmediatos, la presión a la empresa pública para anunciar la creación de una primera fase del polígono, aun conociendo el precio resultado de la expropiación y obras, sin una empresa locomotora previa que tire del resto del suelo y ayude a la promoción y, especialmente, sabiendo que salía al mercado faltando las conexiones con la ciudad y resto de infraestructuras de transporte, es darse un tiro en el pie, como ha sucedido, y,  que, ahora puede retrasar por años la construcción del mismo corriendo la misma suerte que la A-43.    
Incluso fíjense, el colmo de la falta de planificación, si el pabellón ferial, el mayor del sur de España, hubiese sido construido dentro de este polígono, y no al lado contrario de la ciudad, hubiese servido de locomotora pública para tirar del resto del suelo en actividades complementarias. Pero, la planificación de la ciudad es inexistente y absurda.
Un aeropuerto muerto, que no levanta cabeza, una A-43 paralizada, una N430 y N401 sin saber nada de ellas, unas variantes de la ciudad sin planificar, una segunda ronda que se hace eterna, un AVE infrautilizado, una Cámara de Comercio dormida en brazos de su benefactor y mentor, una Junta y Diputación volcadas en Puertollano, como si se tratase de salvar al soldado Ryan, y una oposición preocupada solo en ganar a Page, es el resultado de la ciudad que tenemos. Y no miro hacia atrás, para quienes piensen que soy injusto, miro el presente, que es donde corresponde tomar las decisiones.
Los dieciocho meses que quedan para las próximas elecciones no servirán de nada, no cuentan siquiera como tiempo de trabajo porque estamos en un periodo de estrategias entre PSOE y Cs, que aun perjudican mucho más. ¿Quién asumirá este último fracaso dentro de la coalición?